La versión más hardcore del Hyundai i30, que vio la luz a finales del pasado año con mejoras en su imagen o en su tecnología, ya se está produciendo en la fábrica que tiene la marca en la República Checa. Con ello, este nuevo i30 N, se une a la línea de producción de los i30 de cinco puertas, Wagon y Fastback, así como al nuevo Tucson y al nuevo Kona Eléctrico.
Entre las novedades, destaca la mejora de diseño, que incluye un paragolpes delantero más agresivo, un nuevo diseño de parrilla en cascada y renovados faros LED con luces diurnas en forma de V y biseles negros. Además, incorpora un alerón trasero en negro brillante y dos grandes tubos de escape integrados en el difusor inferior del paragolpes.
Hasta 280 CV
Disponible con carrocería hatchback y fastback, monta un motor turboalimentado de dos litros. La versión de acceso entrega una potencia de 250 CV y está asociado a un cambio manual de seis velocidades (6MT), mientras que los acabados Performance llegan a los 280 CV y están disponibles con una transmisión N DCT, con lo que alcanza una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónica).
La nueva bestia de Hyundai con transmisión manual es capaz de acelerar de 0 a 100km/h en 5,9 segundos, mientras que la versión Performance con caja de cambios N DCT lo consigue en tan solo 5,4 segundos utilizando el sistema Launch Control.
El i30 N ha rodado en las condiciones más exigentes en el centro de pruebas de Nürburgring-Nordschleife, y se ha sometido a evaluaciones adicionales de calidad en la República Checa, en la estación de esquí de Cervenohorske sedio, en las montañas Jeseníky y en el circuito Autodrom Most.
