Los 39 drones que apoyarán a los doce helicópteros de la DGT en la vigilancia de las infracciones de tráfico ya están desplegados por la geografía española. Son 28 más que el año anterior.
La DGT empezó a utilizar drones en 2018 en fase de pruebas y, desde agosto de 2019, entraron en funcionamiento para la detección de infracciones y la vigilancia de la circulación. Hasta la fecha, han acumulado 500 horas de vuelo, realizando el seguimiento de más de 55.000 vehículos, y han detectado más de 600 infracciones, sobre todo relacionadas con el uso del móvil al volante (12,5%), el uso incorrecto de cinturón y de los sistemas de retención infantil (15,9%) y el adelantamiento a ciclistas sin respetar la distancias mínimas de seguridad (4%).
Los drones se utilizan para detectar conductas temerarias, vigilar tramos de elevado riesgo de accidentes y carreteras con un mayor tránsito de usuarios vulnerables (ciclistas, motociclistas y peatones), en eventos y operaciones especiales (donde se concentra más tráfico), para apoyar en situaciones de emergencia, etc.
En toda la geografía
Los drones están repartidos por toda la geografía, excepto País Vasco y Cataluña, comunidades con las competencias transferidas. Cada patrulla de helicópteros (con base en A Coruña, Zaragoza, Valladolid, Sevilla, Málaga y Valencia) contará con dos drones. La base central de Madrid tiene 15 aeronaves que actuarán en las carreteras de esta comunidad y en Castilla la Mancha y darán apoyo al resto de provincias. Cantabria, Asturias y Extremadura dispondrán de otros dos drones por zona y Baleares y Canarias, de tres unidades cada una.
El funcionamiento de los drones requiere un piloto, un operador de cámara y un agente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en el caso de que el conductor reciba la notificación en el momento que comete la infracción. Para ello, la DGT ha formado a 35 efectivos en el pilotaje y a 60 personas en el manejo de las cámaras. Si hay sanción, se dispondrá del fotograma correspondiente con la evidencia de la infracción.
Los drones funcionan a una altura de 120 metros y alcanzan 80km/h. Pueden soportar temperaturas de entre 20 y 45 grados y disponen de una autonomía máxima de hasta 40 minutos. Pueden llegar a tener 10 km de rango de acción, pero actualmente la Unidad de Medios Aéreos mantiene en todos ellos la línea de visualización de entre uno y dos kilómetros.
