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Lamborghini Aventador LP780-4 Ultimae. Arrivederci

Tras 10 años de historia y después de haber vendido por todo el mundo más de 10.000 unidades en todo este tiempo, el ya legendario Lamborghini Aventador nos dice adiós. Pero la firma de Sant'Agata Bolognese se despide por todo lo alto, lanzando al mercado la versión definitiva de su superdeportivo, la cual han bautizado con el nombre de LP780-4 Ultimae.

De esta maravilla de la ingeniería la firma italiana solo va a fabricar 350 unidades con carrocería Coupé, además de 250 con carrocería Roadster.

Su último V12 atmosférico y sin electrificar

Pero la despedida del Aventador va mucho más allá de la desaparición de un sensacional vehículo, sino que también supone el adiós de su mecánica V12 atmosférica, que jamás volverá a ser igual, porque en un futuro no muy lejano los modelos de la casa italiana se irán electrificando para seguir los pasos del Lamborghini Sián.

Es por esta razón por la que también han querido hacer algo especial con ese imponente corazón. Y es que estamos hablando de un 6.5 V12 capaz de generar la friolera de 780 CV de potencia cuando gira a 8.500 rpm, mientras que el par motor se cifra en 720 Nm a 6.750 rpm. Para que lo tengas en cuenta eso vienen a ser 40 CV más de los que genera un Lamborghini Aventador S y 10 más de los que ofrece un Lamborghini Aventador SVJ.

Y no contento con el resultado, los de Sant'Agata Bolognese pusieron a dieta a este nuevo Ultimae, que se queda en 1.550 kilos (el Coupé, porque el Roadster se va a 1.600 kilos), lo que supone un ahorro de 25 kilos si se compara con el Aventador S, ofreciendo así la misma relación peso-potencia (1,98 kg/CV) que el Aventador SVJ.

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'LP' proviene de 'Longitudinale Posteriore', posición que ocupa su V12, mientras que '780' son sus caballos y el '4' hace referencia a su sistema de tracción a las cuatro ruedas, vital para permitir a esta maravilla poder acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,8 segundos (una décima de segundo más requieren los Roadster). Los 200 km/h los alcanza en apenas 8,7 segundos, mientras que no para hasta llegar hasta los 355 km/h.

Culpa de esas prestaciones también la tiene su transmisión ISR de 7 velocidades, que es capaz de cambiar de marcha en apenas 50 milisegundos.

Rápido como un SVJ, pero más discreto

Para transmitir todo eso al asfalto Lamborghini ha equipado a estos Aventador LP780-4 Ultimae de una avanzada suspensión magnética, dirección en el eje posterior, una dirección variable revisada, así como con un equipo de frenos con discos carbocerámicos que recurre a pinzas de seis pistones delante y de cuatro pistones detrás. Así se detiene desde 100 km/h en apenas 30 metros. Casi lo que requiere para alcanzarlos desde parado.

Este Ultimae pude ser tan rápido como un SVJ, pero los ingenieros de Lamborghini no quisieron ser tan extremos en el campo estético. Por ello no hay un gran alerón, ni generosas tomas de admisión de aire. Si que cuenta con un nuevo paragolpes frontal que luce unas tomas semejantes a las de los Aventador S, además de que añade un splitter activo para generar más carga aerodinámica, así como canalizar más cantidad de aire a su mecánica.

En su zaga se coloca un alerón activo que tiene tres posiciones llamadas 'máximas prestaciones', 'máximo comportamiento' y 'cerrado'. En función del programa elegido varía su ángulo y por tanto se optimiza el flujo de aire que recorre la parte superior de estos Aventador. Y por si no fuera suficiente, también propone los modos de conducción Strada, Sport, Corsa y Ego.

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Nada menos que 18 serán los colores que Lamborghini ofrecerá para estos Aventador Ultimae, número que puede superar los 300 si el cliente recurre al programa de personalización de la firma italiana: Ad Personam.

Lamborghini también ha prestado especial atención a su interior donde se repite el patrón 'Y' cortado con láser en su tapizado, que combina el cuero con el tejido alcántara. El nombre de 'Ultimae' también se borda en los laterales de sus asientos, heredados de los Aventador S, mientras que los pilares A son adornados con el número de la unidad en cuestión.

En ese interior tampoco desentona su cuadro de instrumentos digital, así como una gran pantalla central con lo último en conectividad y que como opción ofrecerá un avanzado sistema de telemetría que registra nuestra progresión dentro de un circuito.