2022, el año del cambio. Así es como esperan muchas escuderías de F1 la llegada del año próximo, pues los monoplazas cambiarán radicalmente gracias a una nueva normativa que estaba prevista para este 2021, pero con la pandemia se trasladó hasta 2022.
Nuevo diseño, aerodinámica simplificada, llantas más grandes, techo presupuestario… No es de extrañar que los equipos que no son Mercedes-AMG o RedBull, miren con deseo y esperanza el 2022, pues además de ser el año del cambio y en el que confía cada equipo en poder dar el pelotazo, todo se ha enfocado en una misma dirección: hacer que las carreras sean más atractivas y competitivas.
Perseguirse será más fácil
Y es que el diseño tiene un propósito claro, que es que los coches puedan correr más cerca unos de los otros, haciendo así un espectáculo mucho más entretenido y espeluznante, además de ayudar a que los pilotos se diviertan algo más que hasta ahora, pues en estos momentos son más bien meros estrategas a merced de lo que se les comunique o no por radio, de que sepan o no gestionar las gomas, de que el equipo haga una buena parada en boxes, etc. Pues todo esto es lo que quiere sacudir la F1 con este nuevo monoplaza, darle un poco más de picante y, al mismo tiempo, sencillez, a un deporte tan estudiado y minuciosamente analizado por ordenadores, que poco deja al talento humano.
Todo comenzó en 2017, cuando la Fórmula 1 empezó a trabajar en esta nueva idea. Desde entonces, más de 138 diseños, horas de túnel de viento que superan el centenar también y más de 7.500 simulaciones, han llevado a que ahora podamos observar y analizar este nuevo monoplaza terminado y ensamblado. Como ya hemos dicho antes, el principal fin con el que llega este nuevo reglamento es el de hacer que los coches puedan seguirse más cerca unos de otros, puesto que ahora, con la aerodinámica salvaje que tienen, llenos de aletines, pletinas, branquias, cortes…, crean una enorme turbulencia de aire detrás de ellos, por lo que el coche perseguidor pierde gran parte de su carga aerodinámica, elemento que hace que el coche se mantenga estable y pegado al suelo a esas velocidades. Tan acuciada es esta turbulencia, que los estudios que ha hecho la F1 han evidenciado que los coches actuales pierden hasta un 35% de su carga cuando circulan a una distancia de 3 coches del de delante, mientras que si se acercan a una distancia de un coche, la perdida de downforce se eleva hasta el 47%. Con la nueva reglamentación y diseño de los monoplazas 2022, estas cifras se reducen hasta el 4 y el 18% respectivamente. Un recorte escandaloso que permitirá, a priori, que los perseguidores puedan mantener una lucha encarnizada con el piloto que los precede, resultando en un mayor espectáculo para nosotros y una mayor diversión para los pilotos, quienes tendrán que demostrar su pericia en mucha mayor medida que ahora.
Aerodinámica simplificada
Otro de los elementos que hay que destacar de estos nuevos coches 2022, aunque ya lo hayamos mencionado levemente, es su aerodinámica. Actualmente los F1 son coches llenos de elementos, mientras que estos nuevos monoplazas 2022 son mucho más simples en este aspecto, con un alerón delantero simplificado y de gran tamaño, unos endplates encima de las ruedas delanteras, un alerón posterior curvo y más grande, una entrada de aire superior con la boca redonda y pequeña, ruedas de mayor tamaño con cubiertas aerodinámicas. En la zona trasera se perderá el DRS actual, aunque segurián teniendo uno de menor tamaño que la F1 está estudiando si se mantendrá o se irá definitivamente.
Sin embargo, con toda esta perdida de aerodinámica, ¿en que se basará la carga de los nuevos coches? Pues bien, por primera vez desde los años 70, la F1 regresa al efecto suelo, que ayuda a pegar el coche al asfalto mediante succión, haciendo que no sean necesarios elementos tan elaborados aerodinámicamente como hasta ahora. También nuevas son las mencionadas llantas de 18 pulgadas, que llegan por fin, después de tantas pruebas, para sustituir a las actuales de 13, aunque no se verán en exceso, pues las cubiertas aerodinámicas, que no veíamos desde 2009, serán obligadas para todos los equipos, impidiendo así que diseñen llantas a su beneficio.
En cuanto a los motores, seguirán propulsados por los V6 1.6 turbo con tecnología híbrida, y aunque no hay cifras oficiales, varios son los equipos que ya han sobrepasado con estas unidades los 1.000 CV de potencia. Lo que sí que cambiará es el combustible, que será ahora un poco más eficiente.
Aprendiendo de los accidentes
En materia de seguridad, un elemento clave en la Fórmula 1 desde siempre, los nuevos F1 2022 pueden absorver ahora un 48% más de impacto desde el frontal y un 15% más desde la zona posteiror. Además, para evitar que sucedan eventos como lo que pasó en el accidente de Romain Grosjean en Bahrain 2020, el coche está diseñado ahora para que, en caso de choque, la unidad de potencia se separe de manera limpia del chasis.
Ahora solo queda por ver qué elementos y vueltas de tuerca le puede dar cada escudería al nuevo reglamento, pues se sabe que en la Fórmula 1, el que no corre, vuela, y las lagunas legales que esconda dicha reglamentación, a buen seguro serán aprovechadas por los más listos de la clase. Al menos hasta que la F1 las vaya prohibiendo según vayan saliendo.