Primer eléctrico de Lexus. Y para ello la marca no ha desarrollado un coche sobre una plataforma específica, sino que se trata de su SUV pequeño, el UX, que además de la variante híbrida autorrecargable -el UX 250h- ofrece ahora ésta totalmente propulsada por un motor eléctrico. Un modelo basado en la experiencia de Toyota y Lexus en la unidad de control de energía y el sistema de gestión de la batería, abriendo de par en par la puerta a la nueva era de la electromovilidad, en la que Lexus contará con nuevos eléctricos puros e híbridos enchufables (Lexus Electrified).
El primer eléctrico puro de Lexus
Exteriormente apenas se diferencia del citado UX 250h, con una parrilla distinta -dispone de obturadores inferiores que se abren y se cierran de forma automática según las necesidades de refrigeración para lograr una mejor aerodinámica- y las trampillas de recarga laterales como signos más evidentes. Porque sí, el Lexus eléctrico dispone de una trampilla en cada lateral trasero para adaptar los diferentes tipos de recarga: una para la doméstica -hasta 6,6 kW de potencia- y otra para carga rápida, con el sistema CHAdeMO japonés -hasta 50 kW-.
Por lo demás, el UX 300e mantiene intacta su imagen personal, con un tamaño compacto para su versátil carrocería SUV, con 4,50 metros de longitud y cinco plazas. El habitáculo ofrece el diseño y cuidado característico de la marca, bajo el patrón japonés 'omotenashi', por el que diseñan el ambiente interior para el cliente como si fuera un invitado para el hogar. Realmente te sientes bien tratado, con excelentes materiales y ajustes. Incluso los plásticos inferiores muestran una calidad visual notable. Ofrece una posición de conducción elevada, como se espera en un SUV, y cuenta con todos los ajustes necesarios -eléctricos de serie- para adaptarse a todas las tallas. Y la ergonomía es adecuada, con diferentes teclas de control de funciones en posición 'de piano', muy visibles y accesibles. Y es que, por suerte, no todo pasa por la pantalla central de 7 pulgadas -17,8 centímetros-, pequeña para lo que se estila actualmente pero muy visible. Aunque con el uso conseguirás interiorizar su manejo, el mando de control Remote Touch Pad resulta complicado y poco preciso para seleccionar cada menú y función, a pesar de su rápida respuesta.
Delante hay mucha amplitud, pero no tanta detrás, donde el hueco para las rodillas es algo limitado. Pero es la falta de hueco para meter los pies bajo los asientos delanteros lo que compromete su uso cuando viaja un adulto, limitando el aforo a cuatro pasajeros que no sean niños, al tener que sentarnos con las piernas hacia un lado. El maletero ofrece 48 litros más que en el UX 250h, con un buen volumen -367 litros- y un amplio acceso a pesar de una línea elevada de carga.
El motor eléctrico rinde 204 CV y ofrece una capacidad de aceleración como puede esperarse dado su rendimiento, notable, siendo capaz de acelerar hasta 100 km/h en 7,9 segundos. Una respuesta rotunda, pero muy dosificable, para conducir con mimo, gestionando la respuesta a través de los tres modos de conducción. Estos se seleccionan desde el mando clásico de Lexus sobre la capilla del salpicadero. Por defecto siempre nos movemos en modo Normal, usando Eco y Sport si buscamos, respectivamente, reducir el consumo o tener una respuesta aún más contundente del acelerador. Tiene levas, con cuatro niveles de retención para ayudarnos en las frenadas, pero no son muy incisivas y no detienen demasiado el coche, incluso a ritmo lento; por lo que el uso de los frenos -regenerativos- es siempre obligado, ofreciendo muy buen tacto de pedal y distancias de frenado reducidas.
Homologa 315 kilómetros de autonomía
El motor transmite la potencia sobre el tren delantero, al que, en apoyo en curva y si aceleramos de golpe, se le llega a acumular el trabajo, obligando a trabajar a la electrónica para no perder la línea que le marca el volante. Pero su conducción transmite gran confianza, se muestra muy ágil sobre una suspensión tirando a dura pero con un elevado compromiso de confort. Es un coche de maneras muy agradables, con una pisada sólida que permite un ritmo elevado cuando enlazamos curvas de mucho apoyo.
Utiliza una batería de 54 kWh y anuncia 315 kilómetros de autonomía. ¿Una cifra posible? Es factible acercarse con mucho mimo, pero no en unas condiciones normales de conducción, como suele ocurrir en los actuales eléctricos. En ciudad nos hemos movido con un consumo medio de 18,5 kWh/100 km en modo Eco; mientras que en un uso real, respetando los límites legales pero disfrutando de su capacidad de aceleración y sus buenas maneras dinámicas, la media fue de 20,7 kWh/100 km. Con lo que, en la práctica, hemos podido hacer en torno a 215 kilómetros. Llegamos a apurar hasta que quedaban 8 kilómetros, con la 'ansiedad' que ello produce, pero sin probar lo que indica Lexus: que cuando el ordenador marca 0 kilómetros de alcance, aún queda un remanente del 10 por ciento de energía en las baterías, lo que aporta una tranquilidad extra.
Aunque todavía no son numerosos, encontrar cargadores de 50 kW es sencillo; y, con esa potencia, en una hora hemos cargado hasta un 90 por ciento (36,94 kWh) usando el sistema CHAdeMO -que no admite recargas superiores-. De serie trae dos cables para carga doméstica, donde admite hasta 6,6 kW de potencia.
LA CLAVE
Primer etiqueta 0 de Lexus, se trata de un eléctrico puro sobre la versátil carrocería de su SUV más compacto. Bien dotado, confortable y ágil, ofrece una excelente aceleración y consumos en línea con modelos de rendimiento similar, aunque la autonomía real rondará los 200 kilómetros. Y su precio resulta elevado.
