Al otro lado del océano la firma de Zuffenhausen la lanzado una competición entre todos aquellos concesionarios de la marca que quieran participar. Se trata del Porsche Restoration Challenge, al que se apuntaron en su día los responsables del concesionario que la marca alemana tiene en Santa Clarita, California.
Ellos son los responsables de haber restaurado hasta el último tornillo de este inmaculado Porsche 356 Speedster, un ejemplar que es del año 1955 y que ha sido actualizado gracias a la inestimable ayuda de los expertos de Galpin Motors.
Semejante maravilla luce una bella carrocería que proviene de Reutter Karosserie y que fue importado a Estados Unidos por el importador Max Hoffman de Nueva York. 50 años después de cruzar el charco el concesionario Porsche Santa Clarita lo adquirió a un residente en California, quien lo había transformado para su uso en competición.
Sin perder su ADN de competición
El objetivo de esta restauración fue mantener el estado original de este deportivo de ensueño, pero sin perder parte de su historia dentro de los circuitos. Muy particular sin duda alguna es el color elegido para su minimalista carrocería, un tono creado para la ocasión y que casa a las mil maravillas con las llantas Halibrand de magnesio, las cuales están acabadas en color dorado. Su interior se viste con un clásico tejido a cuadros, que se combina con zonas en cuero burdeos y detalles en el mismo tono elegido para su exterior.
Su corazón original, un 1600SC bóxer de cuatro cilindros y refrigerado por aire pone el broche de oro a este proyecto. Devuelto a la vida, se acompaña de un cambio manual de cuatro velocidades y se han instalado diferentes partes con un acabado cromado que van a juego con las que se pueden apreciar en su exterior.