La llegada de un rejuvenecido Q5 también ha traído como novedad y por vez primera a la gama una carrocería de corte Sportback; que salta a la vista, luce un aire más dinámico, siguiendo así los pasos de sus rivales directos, que ya llevan bastante tiempo en el mercado.
En el caso concreto de nuestro protagonista, pasar de Q5 a Q5 Sportback implica un desembolso extra de 3.000 euros, que no deja de ser 'calderilla' para quien puede pagar los 74.330 euros que Audi pide para empezar por uno de estos 55 TFSIe. Pero ese es el único handicap frente a un Q5 normal, porque esa silueta no merma la excelente amplitud interior, con unas plazas traseras que tienen 940 milímetros de altura al techo y con un maletero que tan solo pierde 10 litros de capacidad. Ahora bien, ten en cuenta que la llegada de una batería de iones de litio con 17,9 kWh de capacidad resta 55 litros al maletero respecto a otro Q5 Sportback TDI o TFSI.
Para estar más a la moda, este Q5 Sportback esconde una mecánica híbrida enchufable que consigue la etiqueta '0 emisiones' de la DGT al homologar una autonomía en modo eléctrico de 62 kilómetros, sencillos de obtener en ciudad, donde le hemos medido un gasto de 23,9 kWh/100 km. Ahora bien, a 120 km/h no esperes cubrir más de 50 kilómetros sin encender su 2.0 TFSI, porque el gasto energético se dispara a alta velocidad -en el modo EV se limita a 140 km/h-.
De 0 a 100km/h en 5 segundos
Si en tu día a día no haces más de esos kilómetros, el gasto en gasolina será nulo. Pero en cuanto los superas este Q5 Sportback pasará a funcionar como un excelente híbrido, que además presume de tener 367 CV de potencia, cifra más que suficiente para ofrecer unas prestaciones de auténtico deportivo. Y a las pruebas me remito, porque aun superando las dos toneladas requiere de 5,0 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h -en EV lo hace en 12,5-, sale del primer kilómetro desde parado a 219 km/h… Vamos, que correr, corre. Además, mucho y bien, porque el trabajo en su chasis disimula a la perfección su peso, ayudado en esta unidad de unas suspensiones neumáticas adaptativas y de unas gomas bastante generosas, opciones que juntas suman otros 4.975 euros.
Cuando la energía eléctrica se agota, este Q5 Sportback tampoco se transforma en un 'tragaldabas', porque no gasta en exceso y permite estirar los 54 litros de carburante que caben en su depósito.
Adaptarse a sus programas de conducción es pan comido, y además de los modos habituales en Audi, suma los 'Battery Hold' y 'Battery Charge' que mantienen y cargan la batería en marcha.
LA CLAVE
Inconformistas. Este es vuestro coche. SUV, pero más a la moda que nunca gracias a su silueta Sportback, que no pierde espacio frente a otros Q5. Su mecánica es una pasada por agrado y prestaciones y, si se ajusta a tus necesidades, te ahorras un buen dinero en combustible. Falta hace con ese precio.