Desde que se puso a la venta la segunda generación del Mazda CX-5 a mediados de 2017, el buque insignia de la gama SUV de Mazda ha recibido cambios cada pocos meses. En todas las ocasiones se ha tratado de pequeñas modificaciones para ganar tecnología y equipamiento, pero ha llegado el momento de someterse a una profunda actualización para mejorar a todos los niveles. El renovado Mazda CX-5 aterrizará en los concesionarios de Mazda en enero de 2022 con un precio de partida de 30.900 euros.
Para empezar, el Mazda CX-5 se pone al día en el plano estético con un frontal completamente nuevo en el que cambian la parrilla y los faros principales. La primera mantiene la forma de ala y el diseño tridimensional, pero gana presencia y está rematada en diferentes colores en función del acabado. Por su parte, los faros han sido rediseñados y en el caso de los Smart Full LED adaptativos, ganan eficacia, sustituyendo los anteriores matrices de 12 módulos por unos más avanzados de 20 módulos. En la parte trasera también cambian son los pilotos de led, mientras que la paleta de colores exteriores se amplía con el nuevo tono Zircon Stand.
En el interior, el nuevo Mazda CX-5 estrena una bandeja de carga inalámbrica para smartphones en la consola central e incrementa ligeramente la capacidad de carga gracias a un ligero rediseño del maletero que permite aumentar su volumen algunos litros. Además, los asientos delanteros se han rediseñado para ser más cómodos y se ha trabajado en la insonorización del interior con el objetivo de aumentar el confort de marcha de todos los pasajeros.
Más opciones para elegir
Y aunque no afecta al diseño del habitáculo, Mazda ha reestructurado la oferta de acabados para dividirlos en seis niveles: Origin, Evolution, Newground, Zenith, Homura y Signature. Cada uno de ellos tiene un equipamiento específico y detalles estéticos diferenciadores, como el cuero marrón napa del acabado tope de gama Signature, las costuras en rojo de la más deportiva versión Zenith o los toques de color verde lima de la nueva terminación Newground, de enfoque más aventurero.
Todas las versiones ganan equipamiento de sistemas de seguridad en comparación con el modelo anterior, destacando el nuevo Asistente de tráfico y crucero que actúa sobre el acelerador, el freno y el volante. En lo referente a la dotación de serie, desde el acabado básico, el nuevo CX-5 cuenta con llantas de aleación de 19 pulgadas, cámara trasera o pantalla central de 10,25 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
Además de estas novedades, Mazda ha revisado profundamente el CX-5 a nivel técnico para mejorar en la parte dinámica. De estra forma, la plataforma Skyactiv-Vehicle Architecture sobre la que se asienta este todocamino estrena mejoras para estar a la altura de la Skyactiv-Vehicle Architecture que utilizan los últimos modelos de Mazda, como el Mazda3 y el Mazda CX-30. Por un lado, el chasis y la carrocería ganan rigidez y, por otro, la suspensión es completamente nueva.
Motores diésel y gasolina
Mecánicamente, eso si, mantiene los conocidos motores de gasolina Skyactiv-G atmosféricos de 165 y 194 CV, el primero de 2.0 litros y el segundo de 2.5 litros. También seguirá montando los diésel 2.2 Skyactiv-D de 150 y 184 CV. En función de la motorización, se podrá escoger entre un cambio manual de seis marchas y una transmisión automática con las mismas relaciones; los motores más potentes también se podrán asociar al sistema de tracción total i-ACTIV AWD.
