Al Citroën AMI le acaba de salir un duro rival. Se llama XEV Yoyo, es un urbano de dimensiones minúsculas y, por poco más de 10.000 euros, pretende convertirse en la alternativa ideal para desplazarse por la ciudad de forma rápida, sostenible y, sobre todo, económica. Homologado según la normativa de la categoría L7e, es decir, cuadriciclos que no superen los 400 kg de peso (excluyendo las baterías en los eléctricos) y no tengan más de 15 kW de potencia, tiene capacidad para dos pasajeros, un maletero con 180 litros de capacidad y 20 CV de potencia.
Mide 2,53 metros de largo (por comparar, el Smart Fortwo tiene una longitud de 2,69 metros), 1,50 metros de ancho, 1,56 metros de alto y pesa 522 kg con las baterías incluidas. Estas últimas son de litio ferro fosfato, se esconden debajo del maletero, están divididas en tres módulos y son extraíbles e intercambiables; en total, suman una capacidad de 10,3 kWh, suficiente para que el Yoyo una autonomía de hasta 150 km en ámbito urbano (ciclo UDDS), si bien, la marca nos ha asegurado que es capaz de recorrer alrededor de 125 km en ciclo mixto.
Por su parte, el motor, que está ubicado sobre el eje posterior y manda la potencia a las ruedas traseras, es síncrono de imán permanente y desarrolla 15 kW de potencia máxima, el equivalente a 20 CV. Es una cifra de potencia discreta, pero hay que tener en cuenta que hablamos de un coche que supera, por muy poco, la media tonelada de peso, por lo que se desenvuelve con bastante soltura en ciudad, al menos con el modo de conducción Sport activado. Como hemos podido comprobar en una breve toma de contacto por las calles de Madrid, en el programa de conducción convencional es menos solvente y le cuesta bastante más ganar velocidad, pero en el Sport es ágil y mucho más agradable, lo que unido a su tamaño hace que sea muy cómodo de llevar dentro de la ciudad.
Fuera de ella, solo es recomendable circular por carreteras secundarias o vías de circunvalación, como la M-30 de Madrid, porque su velocidad máxima está limitada a 90 km/h (65 km/h en el modo Normal) y, además de que alcanzarla requiere cierto tiempo, se antoja un poco escasa para circular con seguridad por la autovía. En cualquier caso, es posible salir de la ciudad con él y su autonomía también permite llevar a cabo desplazamientos interurbanos sin ningún tipo de problema.
A la hora de recargar, se puede utilizar un enchufe doméstico a una potencia de 2 kW o un punto de carga de Tipo 2, donde recupera del 30 al 100% de la capacidad de la batería en menos de cuatro horas. Otra opción, todavía no disponible en España, pero sí en otros mercados, como el italiano, es intercambiar sus baterías. XEV ofrece esta alternativa en el país transalpino a través de un acuerdo con Eni, que se encarga de sustituir las baterías para poner otras completamente cargadas en menos de cuatro minutos. XEV ha señalado que tiene intención de ofrecer este servicio más adelante en España.
En cuanto al equipamiento, de serie cuenta con aire acondicionado, calefacción, luces diurnas LED (las de cruce y carretera son halógenas), pilotos traseros led, dos altavoces con conexión Bluetooth, tres puertos USB, espejos y elevalunas eléctricos, subida automática de ventanas al cerrar, frenos de disco delanteros y traseros, ABS, apertura y arranque manos libres, techo panorámico y cable para recargar la batería en casa. Más adelante, se sumará al catálogo una versión mejor equipada denominada Premium que añadirá, entre otras cosas, una pantalla táctil central de 10 pulgadas (la del Yoyo Estandar es de 7 pulgadas). En el futuro también está previsto el lanzamiento de una variante de cuatro plazas.
XEV también ofrece múltiples opciones de personalización gracias a la impresión 3D. Esta técnica permitirá individualizar algunos componentes del Yoyo, incluso partes del exterior, como los paragolpes. Además, está disponible con nueve combinaciones de colores bitono para la carrocería, así como con distintos diseños de tapacubos o llantas de aleación, los primeros montados en neumáticos 155/65 R14 y las llantas calzadas en gomas 155/60 R15.
Personalización mediante impresión 3D
Dentro, también puede tener varias combinaciones de colores, aunque lo que más llama la atención es la ampitud del habitáculo. Es un coche muy pequeño por fuera, pero aprovecha bien el espacio y da la sensación de ser grande por dentro, incluso es cómodo para las personas más altas, tanto por altura, como por anchura, aunque faltan huecos para dejar objetos dentro del habitáculo. Por otro lado y, sin salir del interior, hay que decir que está bien hecho, con ajustes razonables para su segmento y precio.
Como hemos dicho, cuesta 10.690 euros con las ayudas del Plan MOVES (hasta 2.000 euros en este caso). Sin aplicar el MOVES, su tarifa asciende a 12.690 euros. XEV ya lo ha puesto a venta en España y en sus planes figura la posibilidad de crear un servicio de carsharing con el Yoyo. De momento, se ofrece a particulares a través de los concesionarios del grupo español Elecmobility, situados en varios puntos del país, como Madrid, Barcelona, Sevilla, Chiclana de la Frontera, Alicante, Burgos, Logroño, Valencia o Sabadell. Para conducir el Yoyo es necesario carné de conducir B, aunque en otros países, como Italia y Portugal, puede llevarse con el carné B1 a partir de los 16 años, pero este permiso no está disponible en España.