Conocer las prestaciones reales de un LCV eléctrico (eLCV) es crucial para efectuar una transición eficaz hacia la electrificación de una flota corporativa. Para saber cómo afectan a laautonomía de los vehículos eléctricos variables como la temperatura ambiental, la tipología de las rutas o los pesos de las cargas,
ARVAL ha realizado en Millbrook (Bedfordshire, UK), centro independiente dedicado a la homologación y pruebas de vehículos y de componentes y sistemas, una serie de pruebas acorde a los parámetros establecidos en los test del ciclo de homologación RDE.Pruebas efectuadas siempre con el mismo conductor y con vehículos representativos de cada uno de los segmentos principales del mercado de los comerciales ligeros: pequeños (hasta 2,4 t MMA), medios (2,4 a 3,0 t MMA) y grandes (más de 3,0 t MMA).
Válidos para rutas de hasta 210 km diarios
Los resultados, sorprendentes en algunos casos, ponen de relieve datos de gran importancia sobre la autonomía de los vehículos comerciales eléctricos que serán determinantes para que muchos gestores de flota, profesionales y autónomos adopten sus decisiones sobre la incorporación de este tipo de vehículos en sus flotas.
El estudio de ARVAL demuestra que «la autonomía real de los comerciales eléctricos ligeros les hace perfectamente válidos para cubrir «rutas diarias de 160 km kilómetros con una sola carga» y también «para rutas más largas en las que, previamente, es preciso estudiar dónde y cómo recargar las baterías, porque en apenas 30 minutos se pueden sumar otros 40-50 km de autonomía», tal y como comenta Jesús Sánchez Reboto, LCV Manager de Arval.
Favorables costes TCO
Las empresas que por autonomía puedan incorporar vehículos LCV eléctricos a sus flotas se encontrarán además con otra agradable sorpresa que añadir al rendimiento económico que obtendrán en materia de consumos, puesto que el coste total de uso (TCO) de los LCVs Eléctricos es además muy favorable.
En el caso de vehículos que recorran unos 30.000 km al año, los eLCV ofrecen unos TCO que apenas son actualmente entre un 5 a un 10 por ciento superiores a los de un modelo diesel equivalente. Esto es así teniendo en cuenta para el cálculo el coste de los precios de recarga de las baterías en puntos de recarga públicos, pero en el caso de utilizar el de los puntos de recarga privados, el resultado puede bajar mucho de esa cifra.
La opción más racional en usos urbanos e interurbanos
Para Manuel Orejas, director de marketing de ARVAL, «ante esta igualdad de coste, un eLCV es lo más racional para usos urbanos e interubanos, además de por motivos de RSC y de sostenibilidad». Ademas, Orejas incide en que «en un futuro muy cercano, los comerciales eléctricos van a mejorar claramente los TCO de los diesel. Este ha sido el primer año en el que los comerciales ligeros eléctricos han tenido un pesos significativo y la tendencia es al alza».
Por otra parte, como comenta Sánchez Reboto, «la transformación de las flotas va a ir más rápido de lo que se esperaba por el aumento de modelos en el mercado, los rangos de autonomía de los mismos y las posibilidades de volúmenes de carga que pueden desplazar».
Elegir la tecnología adecuada
A través de su división ARVAL Consulting, la operadora de renting del grupo BNP Paribas, asesora a sus clientes respecto «de la tecnología que consideramos mejor para ellos, proponiéndoles hacer una transición ecológica ordenada y lógica acorde a su actividad. A algunos clientes les recomendamos directamente seguir con el diesel y a otros eléctricos en función de sus rutas, zonas de reparto y actividad», comenta Manuel Orejas.
«ARVAL también busca tener cubiertos en el mundo del coche eléctrico todos los servicios necesarios» comenta el director de Marketing de ARVAL. «Así, ya ofertamos un punto de carga en una única cuota junto con el coche y estamos trabajando para poder ofrecer en todo el ecosistema eléctrico para poder ofrecer servicios de recarga eléctrica de emergencia in situ en tan sólo veinte minutos».
Actualmente, el 4,5 por ciento de la flota de vehículos en alquiler de ARVAL ya son vehículos eléctricos, cifra que supera ampliamente la del mercado español, que apenas alcanza el 1,5 por ciento.