En una época en la que no está de moda hablar de coches, sino de 'soluciones de movilidad', Ford nos propone una 'solución de movilidad' para siete plazas que antiguamente habríamos denominado monovolumen pero que a día de hoy, como se trata de un segmento y de una denominación en vías de extinción, es calificado como un hybrid sports active vehicle. Algo así como un automóvil híbrido para siete plazas con evidentes tintes deportivos tanto en su estética como en su comportamiento.
Derivados de los conocidos Ford S Max y Galaxy, la nueva generación se descubre como una alternativa de lo más inteligente, pues al hibridizarse y lograr la etiqueta ECO entran de lleno en un nicho de mercado en el que en la actualidad no existe ninguna otra opción, nos referimos a los vehículos de siete plazas híbridos, o lo que es lo mismo con etiqueta ECO. De hecho, su único rival directo serían los SUV de lujo de siete plazas que sí cuentan con motor híbrido, pero con un precio de venta mucho más elevado y peor habitabilidad.
Un precio para pensárselo
Merece la pena destacar que pese a un precio tarifa de 47.350 y 40.850 euros para Galaxy y S-Max respectivamente, las promociones vigentes sin fecha de caducidad -19% y 24% más 1.500 euros por financiación, unos 12.000 euros en ambos casos, nos permite equiparlos hasta arriba con prácticamente todos los extras disponibles, que no son pocos, por algo menos de 40.000 euros, un precio realmente imbatible. En concreto hablamos del Pack X que se compone de tapicería de piel, apertura sin llaves, portón automático, control de crucero adaptativo, asistente de aparcamiento, cámara trasera y frontal, navegador de 8 pulgadas, faros led dinámicos, detector de ángulo muerto…
No queda mucho por decir de las excelencias que ofrecen tanto el S-Max como el Galaxy en materia de habitabilidad, dos auténticos siete plazas que aún se permiten el lujo de ofrecer un maletero con una capacidad entre 285 litros y 2.200 en el caso del S-Max y de 300 a 2.340 en el Galaxy, que mide 4 centímetros más que el S-Max (4,8 metros de longitud). En ambos casos incluyen de serie las siete plazas, que están configuradas como butacas individuales, lo que nos permite anclar hasta 3 sillitas ISOFIX. En ambos casos siempre han sido considerados como una referencia dentro de su segmento.
Mecánicamente recurren a una solución híbrida marca de la casa, pues hacen uso del esquema motriz del Ford Kuga híbrido autorrecargable, que combina un motor gasolina 2.5 de cuatro cilindros y 152 caballos con otro eléctrico de 120, generando una potencia conjunta de 190 caballos. Disponen además de una batería de 1,1 kWh que se autorrecarga en las frenadas, y que nos permite hacer uso del motor eléctrico tanto cuando echamos a andar y rodamos a baja velocidad, con una autonomía en torno a los 2 kilómetros, como cuando pisamos a fondo y exigimos toda la potencia disponible.
Anuncian 6,4 l/100 km
Al volante las sensaciones nos convencen. El motor eléctrico asegura un empuja instantáneo según rozamos el pedal del acelerador, que se acompaña por el empuje contundente y sostenido del bloque gasolina conforme ganamos velocidad. Un conjunto equilibrado y muy bien coordinado de la mano de la caja de cambios de tipo epiciloidal que actúa sin dejarse notar lo más mínimo.
De hecho andan más de los previsto para dos vehículos que rondan los 2.000 kilogramos de peso, sin disparar por ello un consumo homologado de 6,4 litos a los 100 kilómetros en ambos casos. Lo que nos permite alcanzar autonomías por encima de los 1.100 kilómetros.
En matería de comportamiento la diferencia entre S-Max y Galaxy se ciñe a la puesta a punto. El primero tiene un tacto un tanto más blando y burgués en su amortiguación, sin duda el compañero perfecto para viajes interminables. Mientras que el S-Max apuesta por un tacto un poco más firme, que en absoluto penaliza la comodidad, pero sí se deja notar algo más preciso al volante, con menos movimientos de carrocería, ayudado además por una dirección más rápida en sus respuestas y un tacto de acelerador más contundente.