Esta pintura se realizó como en honor a los coches de carreras que acababan de competir en Sebring ese mismo año. Desde ese momento se le denominó con el nombre que aún conserva: Chevrolet Corvette Super Sport Concept.
Después de acabar su gira estadounidense, el coche se vendió. Su comprador fue el socio de Wilsie-Kelley Chevrolet, Shurley Wilsie. El Corvette fue de concesionario en concesionario hasta que encontró un comprador privado en Alburquerque, quien no tuvo una idea mejor que ponerse a correr en carreras callejeras. Como no podía ser de otra manera, esta obra de arte de Chevrolet, acabó estrellada.
En 1997, tras muchos años sin que nadie se atreviese, fue por fin restaurado. Además, al haber estado parado tanto tiempo, tenía poco más de 7.000 kilómetros a sus espaldas. Por tanto el Corvette sigue con la motorización original y todos los decorados y acabados de 1957. Su propietario también conserva los neumáticos originales, que tienen las banderas cruzadas del Corvette en los laterales de los mismos.
El Corvette ha ganado premios como el Heritage Award de la National Corvette Restorers Society o el premio Presentation of Significant Cars Award en el Amelia Island Concours 2017. Ahora su dueño lo va a subastar en Kissimmee 2022 de Mecum. Se espera que el precio final ronde los 2 millones de dólares, más o menos, 1.760.000€.