JaguarLand Rover reafirma y refuerza su compromiso permanente con la sostenibilidad a través de una nueva estrategia mundial que llevará a ambas compañías a reinventar su futuro. Se trata de la visión Reimagine, basada en la sostenibilidad del lujo moderno, en experiencias exclusivas para el cliente en un impacto social positivo, todo ello para lograr un objetivo: las dero emisiones netas de carbono en la cadena de suministro, productos y operaciones para 2039, es decir, a finales de la próxima década.
Para conseguirlo, Jaguar Land Rover ha diseñado una hoja de ruta en la que es crucial la colaboración y el intercambio de conocimientos con las empresas del Grupo Tata, la matriz de ambos fabricantes. La idea es seguir superando las barreras de la innovación para mejorar la sostenibilidad de sus vehículos, no solo en la cadena de producción, sino a lo largo de todo su ciclo de vida, atendiento a aspectos clave como el diseño, los materiales y componentes que les dan forma o sus prestaciones, incluso a su eventual eliminación, teniendo en cuenta los principios de la economía circular: reciclar y reutilizar.
Economía circular
La idea es hacer más con menos, cerrando el ciclo en materia de recursos preciados a través de ese reciclaje y la reutilización activa de sus propios deshechos y materiales, siempre que sea posible. Gracias a ello, Jaguar Land Rover está consiguiendo desarrollar segundas y hasta terceras vidas para las baterías de sus coches eléctricos, con el beneficio que eso supone para la sociedad, puesto que se eliminan millones de artículos de plástico de un solo uso en sus operaciones, como vasos desechables y embalajes de las piezas empleadas en los vehículos.
No en vano, Jaguar Land Rover son pioneros en recuperar y reformar el aluminio de sus coches de segunda mano para transformarlo en un nuevo material de alta calidad con el que fabricar nuevos vehículos, siempre con la colaboración de sus proveedores y el proyecto Reality, dos pilares esenciales en la denominada estrategia Destination Zero de ambas marcas. Gracias a la investigación, Jaguar Land Rover también ha conseguido desarrollar vehículos y estructuras de motores más ligeros, sustituyendo el aluminio y el acero por compuestos capaces de controlar el aumento de par generado por las baterías de alto rendimiento, mejorando así la eficiencia y reduciendo la huella de CO2.
ECONYL, nuevo material sostenible
De la misma forma, ninguno de los residuos que producen en sus plantas de Reino Unido y Eslovaquia acaba directamente en el vertedero, sino que se emplean para crear los interiores de los coches a partir de estos reiduos y de otros procedentes del mar obtenidos de manera responsable. El resultado de este proceso de reciclaje es el nailon ECONYL, un material que permite diseñar habitáculos sostenibles e innovadores y que reduce en un 90% las emisiones en comparación con el material procedente del petróleo.
Gracias a ello, los clientes de Jaguar Land Rover tienen la posibilidad de escoger una opción premium, a la par que sostenible, puesto que los equipos de diseño de las dos firmas han desafiado las convenciones de los materiales de lujo y los métodos tradicionales de fabricación para ofrecer opciones como el citado ECONYL elaborado con plásticos reciclados, alternativas de cuero innovadoras que se denominan «Materiality», la mezcla de lana Kvadrat de primera calidad o un textil vegetal elaborado con fibras de eucalipto.
Esta materialidad tiene siete atributos clave. El primero de ellos es la circularialidad, consistente en impulsar la cadena de valor de Jaguar Land Rover para aumentar el recilaje, la refabricación y la reutilización dentro del ciclo de vida de sus productos. El segundo es la salud y el bienestar, tomando mejores decisiones con la salud el bienestar de las personas como punto de partida. En tercer lugar se encuentra la ligereza, puesto que el objetivo es desarrollar materiales y soluciones de ingeniería de forma integral para reducir el peso de los coches. El cuarto son las prestaciones, dando lugar a un rendimiento progresivo que supera las expectativas. El quinto pilar es la procedencia, garantizando el desarrollo resputoso y transparente de los materiales, al mismo tiempo que se asegura su trazabilidad y la calidad. En sexto lugar está el respeto porque en ese camino hacia un futuro más responsable se valoran las opciones significativamente mejores que le cuestan al mundo. Y en último lugar se encuentra la responsabilidad, puesto que la hoja de ruta está encaminada a crear un futuro más responsable a través de la minimazación del impacto de Jaguar Land Rover en el presente y el futuro.
La importancia de las instalaciones
De forma paralela, el camino hacia la sostenibilidad también pasa por prestar atención a las instalaciones donde se fabrican los Jaguar y Land Rover. Es por ello que ambas compañías han decidido comprar electricidad 100 % renovable para la fabricación en Reino Unido, Eslovaquia, Brasil y Austria, ayudando así a reducir el C02 derivado del consumo de electricadad en un 70 % en comparación con los niveles de emisiones de 2007, al mismo tiempo que la cantidad media de energía empleada para fabricar uno de sus vehículos se ha reducido en un 33 % desde ese año. Asimismo, Jaguar Land Rover ha logrado reducir el consumo de agua en sus plantas en un 70 % y el volumen de residuos en vertederos en un 54 % a través de la mencionada economía circular.
Fines humanitarios
Pero eso no es todo porque, como parte de esa hoja de ruta hacia la sostenibilidad, Jaguar Land Rover se compromete más allá de las responsabilidades de su negocio y promueve el conocimiento al mismo tiempo que mejora la vida de las personas a través de su programa de Responsabilidad Social Corporativa. En este sentido, Jaguar Land Rover realiza proyectos que mejoran el medio ambiente, humanitarios, de sanidad, de apoyo y promoción de talento, así como del fomento y desarrollo de la eduación. ¿De qué manera? Realizando aportanciones positivas a sus comunidades, ofreciendo su tecnología para contribuir a la recuperación después de catástrofes, accediendo a comunidades remotas y ayudando a combatir enfermedades.
Tanto es así, que en el ejercicio 2020/21, el programa de Responsabilidad Social Corporativa de Jaguar Land Rover trabajó con más de 1.100 organizaciones de todo el mundo para mejorar las vidas de más de 2,5 millones de personas. Una de estas organizaciones es ClimatCare, con la que colaboran desde 2007 invirtiendo en proyectos de innovación qye ayudan a proteger el medio ambiente y mejoran la vida de personas.
Otro ejemplo es el apoyo a la organización benéfica LifeStraw en su campaña Carbon for Water para reducir las emisiones de carbono y proporcionar agua potable a más de 1,9 millones de personas. Tampoco hay que olvidarse de que Land Rover y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja llevan colaborando desde 1954 para acceder a comunidades remotas, mejorar la salud y las instalaciones sanitarias, apoyar a los sintecho y ayudar a comunidades en riesgo a prepararse para catástrofes naturales.