Muchas cosas atractivas se pueden decir del Tarraco, pero quizás la más llamativa de esta versión e-Hybrid es que tenemos un SUV amplio, potente, dinámico, muy bien equipado… y con un coste de uso, con mi tarifa doméstica, que oscila entre los 1,99 y los 4,15 euros cada 100 kilómetros.
Para ello tenemos que sacar el máximo partido a su sistema eléctrico, que durante la prueba nos permitió recorrer hasta 47 kilómetros (20 en ciudad y el resto por autovía) gracias a la batería de iones de litio de 13 kWh (10,4 útiles) que porta.
Es una capacidad que nos permitió cargarla en una económica toma 'green-up' de 3,7 kW en apenas 3:45 horas. En una doméstica convencional de 220V y 2,3 kW necesitó 5:50 horas. Eso sí, la batería y reubicación del depósito de combustible nos priva de optar a las siete plazas que sí montan otras versiones.
La autonomía eléctrica cubrirá las necesidades de desplazamiento diario de la gran mayoría de los conductores a un coste mínimo. Y los 115 CV del motor eléctrico nos permitirá circular hasta los 140 km/h. Y en caso de necesidad, basta con pisar el acelerador a fondo y de inmediato despertará el bloque térmico.
Eso por su vertiente más amable y eficiente, porque si buscas su lado más rebelde, los 245 CV, sumados entre su motor de gasolina de 150 CV y el eléctrico, nos brinda un rendimiento notable si tenemos en cuenta que acaricia los 1.900 kilos con nada.
Y aquí comienza la extensa ecuación de uso y consumos debido a sus múltiples perfiles. Al 'e-Mode' que fuerza el empuje exclusivamente eléctrico, suma el 'e-Boost', que ofrece la máxima potencia y rendimiento, además de un modo Hybrid que nos permitirá conservar el nivel de la batería, o una segunda función que la cargará en marcha con el aporte del bloque de gasolina. Esta última opción nos condena a sufrir consumos de 11,0 litros que no interesan.
Con la batería llena hemos registrados cifras de 3,5 litros y cuando se agota se incrementa hasta los 6,7 de media actuando de modo híbrido. Y esa auténtica noria de números también varía según apostemos por los programas Eco, Normal y Sport del asistente de conducción.
No hay sorpresas en la labor del cambio DSG6, salvo que contempla una función 'Brake' que incrementa la intensidad de la frenada regenerativa, mientras que la tracción es 'simplemente' delantera. A pesar de todo sigue siendo una de las opciones más dinámicas del segmento, por chasis y dirección, más con nuestro acabado FR, que añade una suspensión deportiva y adaptativa DCC de serie.
No hay cambios tampoco en su amplitud interior, aunque el maletero se reduce a unos todavía magníficos 610 litros, el conjunto se remata con rigor y presume de una generosa dotación de serie.
Todo esto tiene un precio, o… varios: 49.960 euros, 46.710 con las promociones de la marca y desde 41.710 euros si nos beneficiamos del Moves III con achatarramiento de un vehículo incluido.
LA CLAVE
Si nos movemos en un radio de acción de alrededor de 50 kilómetros, su autonomía eléctrica compensará el desembolso de esta variante híbrida enchufable. Por contra, si superamos con creces esa distancia en largos desplazamientos, el diésel sigue siendo imbatible. Por lo demás ofrece la contundencia de todo un Tarraco.