Lo lógico es que el Ibiza actual hubiese recogido el testigo de sus predecesores para continuar con la saga de versiones deportivas iniciada con el SXi, continuada con el GTi y consagrada con tres generaciones de Ibiza Cupra que convirtieron al de Martorell en el rey de los utilitarios deportivos.
Por desgracia, la quinta entrega del Ibiza nunca ha disfrutado de una variante de alto rendimiento, más allá de un Cupra Ibiza que vio la luz como prototipo y no llegó a la producción en serie, por lo que, ahora que vuelve a estar disponibe, el 1,5 TSI de cuatro cilindros y 150 CV es la alternativa más potente de la gama, pero también la más deportiva porque va asociado a un acabado FR con el que el Ibiza adopta una apariencia más atlética.
No es tan radical como una versión Cupra, pero, estéticamente, tiene más músculo que el resto de variantes y cuenta con equipamiento específico, como los asientos y el volante deportivo, así como las salidas del aire acondicionado de color rojo que ha estrenado este verano junto al nuevo salpicadero, la pantalla central de 9,2″ con un sistema de infoentretenimiento actualizado y una instrumentación digital configurable que crece hasta las 10,25″.
Pero no todo es estético. Si el Ibiza es, de por sí, uno de los modelos más ágiles de su segmento, este FR de 150 CV va más allá y gana puntos en el apartado dinámico gracias a una suspensión más firme y a un bloque que mueve de maravilla los 1.165 kg del conjunto, en buena medida por la ayuda del eficaz y rápido cambio automático de doble embrague, que solo peca de ser algo brusco en las maniobras a baja velocidad.
El resultado es un Ibiza rápido y muy agradable de conducir gracias al tacto y a la respuesta que ofrece a cualquier régimen su motor turboalimentado. Evidentemente, no está a la altura de un Cupra en lo que a carácter deportivo se refiere, pero también polivalente y práctico para el día a día porque no tiene una puesta a punto radical y se conforma con un consumo medio inferior a los 7 l/100 km. Eso sí, disfrutar de este equilibrio no es barato, de hecho, el último Seat Ibiza Cupra era más asequible (costaba 21.400 euros en 2017), pese a tener 192 CV.
LA CLAVE
Esta versión es ideal para el que busque el equilibrio perfecto entre deportividad, confort de marcha, economía de uso y versatilidad para el día a día en formato utilitario, sobre todo ahora que el Ibiza ha ganado calidad y tecnología. ¿El problema? Si hablamos de precio, se queda peligrosamente cerca del León.
