Cuatro años después de su lanzamiento, ve la luz este restyling del que es uno de los modelos más exitosos de Citroën dentro de su historia reciente. Fabricado en Zaragoza para todo el mundo, el C3 Aircross se posiciona en uno de los segmentos más pujantes del momento, el de los SUV compactos urbanos, combinando unas excelentes cualidades en ciudad, ágil y de dimensiones contenidas, con un comportamiento rutero excepcional, especialmente en esta versión tope de gama gasolina de 130 caballos con cambio automático de seis velocidades.
Merece la pena recordar que hace unos años Citroën anunció oficialmente que iba a hacer de la comodidad su mejor seña de identidad, y a tenor de lo comprobado en esta evolución podemos decir que lo ha logrado. Para empezar, en su interior encontramos unas butacas completamente renovadas y muy mejoradas en su composición, al contar con una espuma más mullida y 15 milímetros más gruesa. La disposición interior también ha sido actualizada por completo, estrenando grandes vanos y guanteras y una pantalla multimedia mejor integrada que pasa de siete a nueve pulgadas y es compatible tanto con Android como con Apple.
La opción perfecta para el C3 Aircross
El espacio interior no cambia, con unas cotas delanteras y traseras holgadas para cuatro ocupantes tanto en anchura como en altura, incluso con el generoso techo solar panorámico que es opcional y cuesta 950 euros. El banco trasero desliza longitudinalmente 15 centímetros, lo que nos permite variar el espacio de rodillas disponible y la capacidad del maletero entre 410 y 520 litros de capacidad, sin duda excepcional en ambos casos. Además en los acabados superiores cuenta con doble superficie de carga y con la posibilidad de abatir por completo el asiento del acompañante para generar un espacio longitudinal de 2,40 metros.
Su comportamiento es muy cómodo, lo que lo convierte en la opción perfecta si lo que buscamos es un coche 'para todo' en compañía de la familia, especialmente en esta versión que combina un comfort de suspensión excepcional con un motor que empuja con carácter, apoyado además por un cambio de marchas que destaca tanto por la agilidad de su actuación como por su suavidad.
Manejable y ágil en ciudad, es en carretera donde saca a relucir su personalidad con una suspensión que se traga todo con total comodidad para los ocupantes, aunque es cierto que en zonas viradas genera inclinaciones y rebotes, aunque no excesivos. Gana también en equipamiento con opcionales como el sistema automático de aparcamiento, la cámara trasera o el head up display.
LA CLAVE
Profundos cambios estéticos y de equipamiento en el que es uno de los SUV compactos más cómodos y equilibrados del mercado, tanto por cotas como por un interior muy modulable y funcional en el que cuatro ocupantes viajan con total comodidad acompañados por un generoso maletero y un motor muy resolutivo.