En 1995 Subaru lanza el Legacy Outback, una aventurera versión que combinaba lo mejor de un familiar y lo mejor de un todoterreno, pues entonces la palabra SUV era algo de otra galaxia.
Tal fue su éxito que la firma nipona lo ha mantenido en el tiempo hasta convertirse en un modelo propio, que en su sexta generación nace de una moderna plataforma compartida con el resto de nuevos modelos. Ésta le permite aumentar la rigidez, la seguridad y se combina con avanzados sistemas de ayuda a la conducción, que son de serie.
Huye de la silueta todocamino o SUV, manteniendo un corte familiar con reminiscencias off-road y ofreciendo una longitud equiparable a la de un Volkswagen Touareg. Por eso también presume de amplitud interior; que está acabado con esmero y con materiales casi perfectos.
Siempre con tracción Symetrical All-Wheel Drive
Como buen Subaru, el sistema Symetrical All-Wheel Drive es de serie y pieza clave en la dinámica del Outback. Reparte el 80% de la potencia al eje delantero y el 20% al trasero en condiciones normales, aunque dependiendo del modo de conducción llega al 50:50. Esto se controla desde su programa X-Mode con los modos nieve-barro o nieve-tierra. Pero éstos sólo se operan desde su nueva pantalla de 11,6''. También en el volante hay otro botón para el SI-Drive con los programas Sport o Intelligent, que varían la entrega de potencia o la gestión del cambio… Sí, un CVT.
Cierto es que el conjunto es agradable, pero con lagunas. A pesar de ser casi por completo nuevo, mantiene ese resbalamiento típico de estas transmisiones al acelerar con ganas, que desaparece en el modo secuencial, que simula 8 relaciones. Este cambio se combina con un motor bóxer atmosférico que le pone ganas, pero que con un turbo rozaría la perfección. Y no digamos si ofreciera versión GLP como antes para conseguir la etiqueta ECO. Por ello hay que forzar más la máquina para ganar velocidad y así se eleva su consumo, que tampoco es excesivamente alto.
El Outback va perfecto en carretera y fuera de ella -presume de 213 milímetros libres al suelo-. Además este Trek luce un gran equipamiento y un precio 'ajustado'.
LA CLAVE
Como coche en general el Outback es perfecto. Bien acabado, espacioso, equipado hasta arriba, cómodo… Pero si llevara otro motor y, sobre todo, otro cambio, la historia tendría otro color. Aún así, no defraurará a quién busque un vehículo para todo y que frecuente carreteras nevadas o en mal estado.