La legendaria compañía australiana Brabham Automotive además de fabricar su sensacional deportivo Brabham BT62, ahora además colabora con la empresa Base Performance Simulators (BPS) para crear este impresionante simulador de competición que cobra vida inspirándose en algunos de los Brabham más icónicos de la historia.
Cada una de estas tres plataformas utilizará la más avanzada tecnología de simulación, permitiendo a los conductores probar, competir y jugar a un nivel profesional, ya sean entusiastas de los juegos de conducción o pilotos profesionales dedicados en cuero y alma a e-Sports.
Componentes de alta calidad e imagen Brabham
Para ello cada uno de estos impresionantes simuladores de conducción nacen desde una estructura de acero en la que Base Performance Simulators instala una caja de pedales en fibra de carbono, los cuales además contemplan la regulación eléctrica. De ese ligero material también se fabrica la estructura de su asiento de carreras, el cual se fabrica teniendo en cuenta las dimensiones de su afortunado propietario.Este simulador Brabham Motorsport también luce un volante Precision Sim GPX, conectado a un sistema de dirección Semicube. Para el sonido y la visión, Base Performance Simulators se decanta por unos altavoces Cambridge Audio y auriculares firmados por Sennheiser, mientras que frente a ese asiento se ha colocado un monitor Samsung Curve de 49 pulgadas.
Y como no podía ser de otra manera, cada uno de estos tres puestos de conducción tienen una historia detrás suya.
Brabham BT19
El legendario Brabham BT19 de 1966 es el deportivo con el que Sir Jack Brabham corrió para conseguir su tercer Campeonato Mundial de Pilotos de Fórmula 1 y el primer Campeonato de Constructores para la compañía australiana. Con ello Brabhan se convertía en el primer piloto en ganar un campeonato mundial en un vehículo de su propia construcción, una auténtica proeza que nadie ha podido logar a día de hoy.
Este simulador BT19 adquiere los icónicos colores verde y dorado de aquel deportivo que marcó la historia de este artesanal fabricante.
Brabham BT46B
Conocido en todo el mundo como el 'Fan Car', se presentó en el Gran Premio de Suecia de 1978. De esta maravilla de la ingeniería que tan sólo disputó una única carrera en toda su historia, este simulador adquiere los colores rojo, blanco y azul. Una única carrera, porque su avanzado sistema de efecto suelo era tan dominante que, después de meditarlo de forma concienzuda, la FIA decidió retirar este bólido de Brabham F1, por aquellos entonces en mano de Bernie Ecclestone.
Brabham BT52
Diseñado para la temporada de 1983, el Brabham BT52 llevó al piloto Nelson Piquet a su segundo Campeonato del Mundo en Fórmula 1, justo en plena vorágine por la sobrealimentación. Lo que hace tan especial a este bólido era que el equipo de ingenieros dirigido por nada menos que Gordon Murray, tuvo tan sólo seis semanas para diseñarlo después de que la FIA prohibiera los vehículo con efecto suelo a finales de la temporada de 1982, lo que impedía la participación del BT51. Equipado con un poderoso motor firmado por BMW que generaba la friolera de más de 1.200 CV de potencia, este bólido lucía una decoración con los colores azul y blanco, tonalidades que también se plasman en este sensacional simulador.
Cada uno de ellos cuesta 24.990 libras
Brabham y Base Performance Simulators tienen más en común de lo que imaginas, porque esta empresa británica de simuladores fue fundada por el piloto de carreras Darren Turner en 2010. Pero antes de su salto al mundo digital, Turner compartió victorias en las 24 Horas de Le Mans con David Brabham y su hijo Jack, compitió en la categoría GT1 con un Aston Martin oficial en 2007 y 2008.
La gama de simuladores Brabham Motorsport tiene un precio acorde a su exclusividad. Tanto es así que hacerte con cada uno de ellos te saldrá por la friolera de 24.990 libras (29.940 euros).