No parecían contentos en Volkswagen con haber creado un auténtico icono de los compactos deportivos con el Golf GTI, sino que frente a la tendencia de los modelos con turbo, buscaban mejorar las prestaciones equipándolo con la tecnología de las 16 válvulas. Con sus 139 caballos, era capaz de alcanzar los 208 km/h y lo que era aún mejor: seguía ampliando su leyenda.