Ése era el título de la comparativa que esa semana aparecía en la revista y que daba cuenta de la rivalidad en un segmento, el de los coches familiares, entre Citroën con su BX, Ford con el Sierra y Volkswagen con el Passat. 25 años después, aunque con otros protagonistas, este grupo de vehículos sigue siendo uno de los preferidos de las familias españolas.