Coincidían en la misma semana dos nuevos modelos, el Audi 80 que la marca alemana mostraba y la prueba del Peugeot 309, un coche destinado a hacer olvidar al legendario Talbot Horizon. Y los dos acabaron convirtiéndose en clásicos que han creado escuela. El Audi desembocó en la exitosa familia A4 mientras que el Peugeot dio origen a los 306, 307, y 308. Lo dicho, dos clásicos.