Toyota comenzaba a desembarcar en nuestro país con una serie de modelos que tenían un acentuado carácter deportivo. Comenzaba la apertura de nuestro mercado, de esta manera, hacia los productos japoneses, que sufrían unos cupos de importación impuestos por la Unión Europea. La marca japonesa iniciaba una fructífera relación con España. Dos pruebas compartían protagonismo en la portada, la del Renault 21 diésel y la comparativa entre dos berlinas de poderío, el Alfa 90 y el Opel Omega. Junto a ellos, el nuevo Ferrari 408 y el Peugeot 309.