El chasis de largueros sustenta una nueva carrocería que crece ligeramente en tamaño, pero cuyos paneles están fabricados en aluminio (puertas, capó, caja trasera…). Gracias a ello, sólo en su carrocería se han ahorrado hasta 40 kilos de peso. A ello hay que sumar unas nuevas suspensiones en las que también se ha utilizado este ligero material, que está presente en otros órganos mecánicos, por lo que en el nuevo Chevrolet Silverado se han llegado a ahorrar hasta 204 kilos de peso. No sólo eso, sino que también se ha incrementado su rigidez estructural en un 10%.
Inicio Chevrolet Silverado 2018, más ligero y potente