Se trata de una nueva etiqueta que ofrece más datos al usuario para que pueda tomar mejores decisiones la hora de comprar. En concreto, amplía la información sobre la eficiencia y el consumo del neumático, la adherencia y la contaminación acústica con el objetivo de que estos datos sean más comprensibles para los usuarios, de forma que puedan elegir mejor. De esta manera, la UE calcula que se podrán reducir 10 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono y 2.800 euros al año en combustible.