La versión futurista del Ford Mustang de 1967 va tomando forma mientras espera a ser producido. A pesar de ser una recreación del clásico, tiene cambios importantes, tanto a nivel tecnológico, como en cuanto al diseño, como es lógico siendo un coche totalmente eléctrico.
Se actualiza por fuera
La gente de Charge usa una carrocería con licencia oficial para poder preservar el diseño y el estilo clásicos del mítico Mustang. En su exterior podemos ver los primeros cambios respecto al modelo clásico, la parrilla es totalmente cerrada y está flanqueada por los faros LED. Los tiradores de las puertas están integrados en el chasis y las llantas y los emblemas son de Charge, que sustituye el caballo que todos conocemos por sus logos.
Por dentro es un mundo nuevo
El interior es lo que más cambiado está si lo comparamos con el Mustang original del año 1967. En él podemos ver un coche totalmente actualizado con un sistema de infoentretenimiento en forma vertical. El volante es minimalista y el cambio se realiza con una palanca de cambios de botón. Los asientos son de corte deportivo a la par que lujoso.
Debajo del capó esconde una bestia, eléctrica, pero una bestia
El Mustang de Charge contará con un paquete de baterías de 64 kWh que alimenta un sistema de tracción total. Con ello le permite para recorrer 322 kilómetros con solo una carga. El motor es dual y desarrolla 544 CV consiguiendo 1.500 Nm de par. El 0-100 km/h lo hace en torno a los 4 segundos.
Exclusivo donde los haya
Solo se producirán 499 unidades como ya ha anunciado Charge. Tendrán un precio de salida de 420.744 euros a pesar de que en un principio se había anunciado que sería de 240.408. Lo que no se sabe aún es la fecha exacta de su salida.
