Se trata del primer túnel del viento a gran escala que Honda abre en Estados Unidos. Este puede impulsar el aire con una velocidad de hasta 310 kilómetros por hora. Se encuentra en el estado de Ohio al noreste del país americano.
Un túnel para todo
Se denomina túnel de viento de los Laboratorios Automotrices de Honda de Ohio en siglas, HALO. Este va a ser usado para que la marca japonesa pueda hacer pruebas aerodinámicas y aeroacústicas con el fin de mejorar sus coches.
El coste total ha sido cercano a los 113 millones de euros al cambio, algo que Honda quiere amortizar, no solo usando el mencionado túnel para sus coches de serie, sino que también probará allí sus vehículos de carreras. También se permitirá – suponemos que pagando – a terceros usar las instalaciones de Ohio para probar sus propios productos.
Este túnel va a ahorrar a la compañía muchos esfuerzos y mucho gasto de recursos. Antes de su construcción, la gente de Honda se veía obligada a alquilar distintas instalaciones de otros por todo el país para realizar las pruebas pertinentes a sus coches.
El túnel por dentro
En el túnel del viento HALO hay dos caminos rodantes. Existe una unidad de cinco correas para probar vehículos con la posición más alta de conducción como los SUV. Un cinturón de gran anchura será el encargado de evaluar vehículos con menor altura como los coches de carreras. Para cambiar de los cinco cinturones a cinturón ancho se necesitarán 4 horas y una grúa que transporta dichos ensamblajes de 40 toneladas a su destino.
El centro del túnel del viento es un ventilador de 8 metros de diámetro. Este tiene 12 aspas huecas de fibra de carbono con un espacio libre de 4 milímetros respecto al marco exterior.
La velocidad máxima del ventilador es de 250 revoluciones por minuto, haciendo que el aire se mueva a una velocidad superior a los 300 km/h. El motor que lo hace girar tiene 6.705 caballos de fuerza.
A ello hay que sumarle la existencia de una gran pared que intercambio calor, pudiendo hacer que pase de 10 a 50 grados Celsius en tan solo media hora. También hay un brazo de diagnóstico que tiene una precisión de hasta 0,5 milímetros, que se usa para evaluar, por ejemplo, los vórtices de estela que salen de la parte trasera de un coche.
Por último, pero no menos importante el túnel del viento servirá para las pruebas aeroacústicas de cara a poder ajustar con mayor precisión el ruido del viento en los vehículos.