«No fueron los resultados esperados«. Así de contundente se ha mostrado el presidente de Seat, Wayne Griffiths, sobre las pérdidas de la compañía en el pasado ejercicio 2021. La crisis de los semiconductores y los parones de la producción debido a la pandemia fueron las causas principales de los números rojos de la compañía. Y es que, 2021 no ha sido nada fácil para Seat SA, que ha tenido que lidiar también con la «frustración de los clientes» debido a los largos tiempos de espera para entregar los vehículos.
En concreto, Seat SA ha registrado unas pérdidas de 256,3 millones de euros, mientras que los números rojos reconocidos por la compañía -incluyendo 64,3 millones de las pérdidas imputadas al patrimonio neto- se han incrementado hasta los 304,2 millones de euros. En este ejercicio, la compañía sólo ha tenido en cuenta en esta presentación de resultados los números de su actividad en España, sin incluir el resultado de sus plantas en Alemania.
Según los datos presentados por Griffiths y el vicepresidente ejecutivo de finanzas de Seat SA, David Powels, las pérdidas operativas se han incrementado en casi un 32% frente a los 194,2 millones registrados en 2020. La diferencia se debe en parte a que este año no ha percibido dividendos de la planta de Navarra.
Seat, números rojos antes de impuestos
Con todo, el resultado antes de impuestos ha arrojado también números rojos superiores a los del pasado ejercicio a cierre de 2021. En concreto, la multinacional española ha dado a conocer una cifra negativa de 373,7 millones de euros, un 15% más respecto a los 324 millones de euros de 2020.
Todo ello, con un incremento de las ventas de 9.256 millones, un 5% más respecto a los 8.784 millones de 2020. En concreto, ha vendido un total de 470.531 unidades al cliente final. El Ebitda -resultado bruto de explotación- de Seat SA incrementó su tendencia negativa hasta los 373 millones, un incremento de los números rojos del 15%; y muy alejados de las cifras positivas de 2019, cuando se registraron en este concepto 453,4 millones. La compañía realizó inversiones y amortizaciones por valor de 1.386,6 millones de euros el pasado ejercicio.
Por áreas geográficas, Seat ha incrementado en 0,3 puntos su cuota de mercado en Europa occidental, alcanzando el 3,5%. Por países, en España logró alcanzar el 8,9%; mientras que en Austria escaló al 7,3%. Portugal, por su parte, tiene un peso del 4,9%. En el este, Eslovaquia, República Checa y Croacia se anotan el 4,5%, 4,1% y 3,6%, respectivamente. Finlandia destaca con el 3,3% y Dinamarca le sigue muy de cerca con el 3,2%.
Seat aplica la norma contable española y arroja diferencias con los datos de Volkswagen
Además, para el cálculo de estas cifras sólo ha tenido en cuenta la normativa contable española y no la internacional. Por esta razón, los números de Seat difieren de los presentados recientemente por Volkswagen. En concreto, la diferencia es de 23 millones de euros más respecto a las cifras ofrecidas por el grupo alemán.
Asimismo, la compañía española ha reducido su patrimonio neto en unos 300 millones de euros en este pasado ejercicio, hasta situarse en los 1.200 millones. También ha contabilizado otros 435,8 millones de euros en activos por impuesto diferido, un derecho de cobro frente a la administración, y que se podría utilizar una vez que la empresa entre en beneficios para reducir la carga fiscal.
A pesar de las dificultades y con la puesta en marcha de la planificación flexible, la compañía logró un incremento del 9,8% en el volumen total de vehículos ensamblados en Martorell, su ciudad del automóvil, hasta alcanzar las 385.200 unidades. En las plantas de Seat en Barcelona se produjeron un total de 44 millones de piezas, un 6,8% más. La división de componentes descendieron la producción en un 5,2%, hasta las 401.913 cajas de cambio.
Aumento de la producción y ventas
Las cifras aportadas por Seat indican, en concreto, un incremento de la producción de la fábrica de Martorell del 12,6%, hasta un total de 325.042 vehículos. La mayoría fueron del modelo Arona, con un incremento del 25,3%; seguido del Ibiza, con una producción de 83.710 unidades, el 12,3% más respecto al 2020. No obstante, la apuesta por los modelos de Cupra se está notando. El Formentor alcanzó las 58.863 unidades, cinco veces más respecto al 2020, mientras que redujo drásticamente la producción del Seat León, hasta las 70.143, un 37,3% menos. El Cupra León incrementó las unidades en un 10,1%, hasta las 13.670 unidades. Paulatinamente, Seat se está desprendiendo del Audi A1, con una caída del 3,1%, hasta las 60.158 unidades, un 3,1% menos.
El incremento del Formentor se debe a la decidida apuesta de la multinacional española por Cupra. En febrero comenzó la fabricación de las dos versiones -245 y 204 CV-, integradas en el nuevo tramo de la Línea 2 de Martorell, donde se fabrican el Cupra León y su versión híbrida.
Seat protagoniza la inversión histórica en España
Esta apuesta por la electrificación de la compañía se está reforzando de cara al futuro. La compañía ha anunciado una inversión «histórica» de 7.000 millones de euros para transformar y electrificar todo el negocio de Seat. Esta inversión estará incluida en el PERTE del Gobierno sobre el vehículo eléctrico. No obstante, el Ejecutivo aún no ha aprobado este plan.
El encargado de este anuncio ha sido Thomas Schmall, presidente del consejo de Seat, quien también ha anunciado donde se instalará finalmente la gigaplanta de baterías para Volkswagen y la empresa española. Será en Sagunto (Valencia) y tendrá una capacidad de 40 GWh. La idea del grupo es crear cerca de 3.000 empleos, los mismos que se perderían entre las plantas de España por la electrificación. La producción de esta gigafábrica comenzaría no antes de 2026.
Sagunto se queda con la gigafábrica de baterías
Para la elección de Sagunto se han tomado como referencias un centenar de variables entre distintas ubicaciones. Así, se ha descartado por completo situarla en Cataluña, debido principalmente a las condiciones de la colaboración público-privada. Entre ellas, se exige que en un PERTE participen al menos dos Comunidades Autónomas. Por cercanía a Barcelona y la salida directa al Puerto de Sagunto, Seat ha escogido finalmente y tras meses de rumores este lugar. De hecho, la Autoridad Portuaria del Puerto de Sagunto ha recibido con los brazos abiertos esta inversión, si bien aún falta para que se concrete. Y es que, en el plan la automovilística española está acompañada de otras treinta compañías.
«Valencia encabezó la lista», ha explicado Schmall, que ha avalado esta inversión en las cercanías del Turia por sus infraestructuras y conexiones portuarias. En esta planta se fabricarán todas las celdas del grupo germano, aunque podría abrirse el abanico a otras compañías, como Ford.
«Es la inversión industrial más grande de la historia de España. Pero esto no podemos hacerlo solos, necesitamos el apoyo del Gobierno«, ha sostenido Griffiths. Este proyecto se engloba en el plan Future: For Foward (3F) de Seat y tendrá una inversión cercana a los 3.000 millones. El resto del montante servirá para poner a punto la planta de Martorell y el posible cierre de Seat Componentes.
Matías Carnero pone líneas rojas y carga contra Diess
Esta última decisión está por determinar aún, aunque el máximo ejecutivo de la automovilística española ha dejado claro que el vehículo eléctrico necesita una menor mano de obra. Así, aún estarían en el aire unos 2.800 puestos de trabajo, el 19% del total de la plantilla.
Griffiths ha asegurado que el sector atraviesa por su peor crisis desde la II Guerra Mundial y que es el momento de «aprovechar los cambios para apostar por la competitividad y las sinergias con Volkswagen«. Así, ha destacado que los empleados pueden reciclarse para incluirse en la nueva era del vehículo eléctrico y con la mente puesta en la «flexibilidad». «No hay plan B», ha asegurado también ante los representantes de los trabajadores. Hay que salir a ganar», ha remachado.
Sin embargo, no todo han sido aplausos. Matías Carnero, jefe del Comité de Empresa de Seat, ha criticado duramente las intenciones de Herbert Diess, máximo responsable del grupo alemán, por sus polémicas decisiones estratégicas de los últimos años. «No quiere a Seat», ha sostenido tras la presentación de resultados.
Y es que, Seat SA anda en la cuerda floja debido al aumento de las pérdidas operativas de la compañía. A su juicio, los objetivos impuestos para Seat son inasumibles, al exigir una rentabilidad del 5%, cuando el margen por vehículo se ha incrementado en 480 euros este año, y más cuando se están encargando a las plantas españolas los vehículos con menor importe.
¿Dinero público para despedir?
Asimismo, ha advertido que «el dinero público del PERTE no puede servir para el despido traumático de los trabajadores«, a preguntas de MOTOR16. El miembro del Comité de Empresa ha remarcado que esta máxima es una «línea roja» y que la empresa no debería sobrepasar. Por esta razón ha instado a la cúpula directiva a «sentarse en las próximas semanas» para preparar un plan de cara al 2025 y 2026, cuando se eliminará el coche de combustión en las fábricas del grupo. «La empresa debe presentar un plan, pero sin prejubilaciones parciales», ya que esta fórmula obliga a la empresa a sustituir al trabajador por otro. También ha rechazado los despidos a través de un ERE. «Tenemos que buscar soluciones«, ha apuntado.
Asimismo, en línea con Griffiths, Carnero ha considerado que la alternativa podría pasar por un reciclaje de los empleados, a través de formación y un nuevo puesto de trabajo. No obstante, todo dependería del PERTE y de si habría o no disponibilidad para trasladarse a la gigafactoría o bien a otras plantas.