La reindustrialización de Nissan se estanca y el plan de QEV puede quedar en un «sueño». La empresa capitaneada por Joan Orús no ha cerrado aún ninguna de las negociaciones en marcha para poder iniciar su estrategia de desarrollo y fabricar los modelos de la nueva marca de vehículos eléctricos de última milla Zeroid.
Orús mira con optimismo para convertir sus deseos en una realidad, pero esta por el momento no se está materializando. A QEV le faltan varios flecos por bordar y cerrar. Entre ellos, la homologación de algunos de sus nuevos cinco modelos eléctricos; tampoco se ha adjudicado la planta de Nissan; y la marca Ebro -que le acompañaría en la reindustrialización- aún no ha recibido el sí de la automovilística japonesa para utilizar las patentes de la e-NV200. Aún hay más.
Si no optamos a la reindustrialización de Nissan, nuestro crecimiento será mucho más lento
Las negociaciones con la Generalitat prosiguen su curso para recibir al menos 200 millones de euros en ayudas públicas, pero no se ha cerrado acuerdo alguno. Además, todo ello sin contar con la irrupción de un nuevo pujador por los terrenos donde está ubicada la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Y no existe un plan B al modelo actual ni otra alternativa para poder producir a escala. Es ahora o nunca. Y en juego está una inversión total de 800 millones de euros -aportados por el D-Hub- y la creación de 1.000 puestos de trabajo en los próximos tres años.
Sin la planta de Nissan, QEV reduciría sus planes de desarrollo
«Si no optamos a la reindustrialización de Nissan, nuestro crecimiento será mucho más lento», ha dicho Orús, que no dejará de luchar por este «objetivo» y «nuestro sueño«. «El no poder contar con el valor humano y las instalaciones alargará nuestro desarrollo», con una significativa reducción de la escala productiva. De esta forma, mantendría la producción actual, menos automatizada y manual, con volúmenes más pequeños.
Con todo, Orús ha presentado la nueva marca Zeroid y espera una conjunción de los astros, aún posible, para no sólo optar por la planta de Nissan. El ambicioso plan también pasa por la adjudicación del PERTE del vehículo eléctrico, por el que luchan grandes compañías. «Estamos ante una oportunidad histórica», ha asegurado el consejero delegado de QEV en esta puesta de largo de la nueva marca, celebrada en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona.
Los socios de la empresa barcelonesa confían en este proyecto y también en el equipo gestor de la compañía que podría liderar la reindustrialización de Nissan. Para demostrarlo también con hechos, han acudido a las varias ampliaciones de capital de la compañía para levantar Zeroid. «Nos seguirán apoyando en el futuro«, ha sostenido Orús. Asimismo, en este camino se incorporarán «nuevos socios».
Negociaciones aún abiertas
Estamos en plenas negociaciones con las instituciones, la Generalitat y el Gobierno central para tratar de cerrar todas las ayudas», ha indicado Orús. «Por ahora estamos negociando entre 100 y 150 millones de euros entre ayudas y financiación a largo», ha comentado.
La producción de Zeroid «dependerá de las negociaciones de la mesa de reindustrialización de Nissan» y sólo se activaría en caso de obtener un resultado positivo en las mismas. Según su calendario, espera cerrar el acuerdo en los «próximos dos o tres meses» para iniciar la fabricación en 2023. «En ese año tenemos que tener toda la gama de productos, lanzarla al mercado y empezar las ventas de estas unidades«, ha destacado.
Si el plan obtiene la bendición de todos los actores, QEV dejará su impronta en un sector removido tras dos años de dura crisis. La sede de la compañía se mantendría cerca del Circuito de Montmeló, donde se desarrollarían su «gama completa de vehículos«. Asimismo, ha pedido «rapidez» en las negociaciones ante la posible irrupción de una empresa monologística que podría hacerse con los codiciados terrenos donde se levanta la planta de Nissan.
QEV apela a la responsabilidad y al valor humano
Esta superficie pertenece al Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, y su presidente, Pere Navarro, siempre se ha mostrado a favor de concedérselos a una empresa logística para poder incrementar los alquileres. Sin embargo, los sindicatos han descartado por completo esta opción al quedarse fuera de la posible reubicación.
De hecho, QEV ha apelado a la «responsabilidad del país» para encontrar una solución a los 1.600 exempleados de Nissan, que llevan en paro desde el inicio del año. «Negociamos con quien sea para buscar la mejor solución posible para todos, pero que sea rápido», ha incidido. Todo ello para empezar a contratar a los primeros centenares de extrabajadores de Nissan con el objetivo de alcanzar los 1.000 puestos de trabajo en 2026.
Orús ha mostrado su respaldo a los desempleados de Nissan. «Estamos aquí hoy por las 1.000 personas que sabían cómo funcionaban las máquinas, las líneas y que saben hacer los vehículos», ha asegurado. «Las personas son la oportunidad«, ha reafirmado. Y es que, el objetivo es absorber el máximo «conocimiento» posible de cómo se fabrican coches en masa.
Superar algunos de estos obstáculos no será tarea fácil, más cuando Nissan ha rechazado por activa y por pasiva ceder alguna de sus patentes de la e-NV200. En una conversación con MERCA2, fuentes de Nissan aseguraron que bajo ningún concepto se permitiría ceder estas licencias. «Es un proyecto que ha terminado su vida útil«, aseguraron. Ebro, la marca que pretende llegar al mercado con los vehículos movidos por pilas de hidrógeno, las necesita para poder alcanzar el objetivo de las 40.000 unidades anuales. La empresa espera alcanzar un acuerdo con la nipona, aunque llevan meses de negociaciones y sin llegar a acuerdo alguno.
En total, todas las empresas del consorcio liderado por QEV se han propuesto como objetivo producir 100.000 vehículos anuales.
Zeroid, la marca de cercanía para unir la cadena logística
De cara a las baterías de los nuevos modelos, Zeroid continuará importando baterías desde China. Al menos, esta será la operativa en una primera fase. Para la reindustrialización, QEV espera contar con los proveedores con los que trabaja en los últimos tiempos, todos ellos de Asia. «El objetivo claro de la reindustrialización es seguir apostando por la industria local», ha indicado a reglón seguido.
«Esperemos que con el PERTE del vehículo eléctrico podamos tener operativas dos o tres plantas de baterías en nuestro país«, ha dicho ante un centenar de espectadores. QEV participa en uno de los consorcios que pugna por este proyecto financiado en parte por los fondos europeos. Su competidor directo es el formado por Volkswagen, que ya ha anunciado una inversión de 5.000 millones para la electrificación de Seat y la planta de baterías de Sagunto.
Así, la compañía ha mostrado sus cinco vehículos eléctricos de carga, cuyos precios oscilan entre menos de 20.000 y los cerca de los 120.000 euros dependiendo del tamaño y capacidad para transportar mercancías. Además, a estos modelos se incorpora el autobús eléctrico, que ya está en el mercado.
«La marca llega para ocupar un espacio en el mercado de la movilidad en el transporte urbano», ha sostenido Orús. La apuesta es fabricar «autobuses de 8 y 12 metros y empezar con plataformas de furgonetas de última milla«. La flota de cero emisiones de Zeroid incluye tres modelos de furgonetas eléctricas, camiones de reparto y plataformas eléctricas y de hidrógeno para autobuses y camiones pesados.