En los últimos años, han llegado al mercado infinidad de modelos que presumen de unir la exclusividad y el lujo con las ventajas más importantes de los SUV. El nacimiento de este tipo de vehículos surge hace casi seis décadas (1963), cuando Jeep se atrevió a mezclar estos dos conceptos con un modelo que se convirtió en todo un éxito, el Jeep Wagoneer.
Este Jeep Wagoneer, al igual que el Jeep Willys Station Wagon de 1946, es diseñado por Brooks Stevens, uno de los diseñadores más importantes de la época en Estados Unidos. Basado en el chasis de un pick-up, podía remolcar cargas pesadas o salir de carreteras y caminos. A esto se le sumaban características propias de los turismos, como una distancia al suelo reducida o un diseño en línea con los station wagon.
Un gran nivel de equipamiento
Donde de verdad destacaba este Jeep Wagoneer era en los apartados de equipamiento y prestaciones. Con un motor de 6 cilindros en línea, incorporaba características inéditas en un 4×4, como la suspensión delantera independiente o la transmisión automática. En el equipamiento de serie figuraba la radio y el aire acondicionado como opción, algo poco habitual en los vehículos de la época.
Más tarde llegarían a la gama novedades como los cinturones de seguridad (1965), el sistema 4×4 Quadra-Trac (1973) o los frenos de disco delanteros (1974).
Este pionero se comercializó durante 28 años (1963-1991) sin encontrar rival hasta la década de los 80. Su legado todavía sigue vivo gracias a los nuevos Jeep Wagoneer y Grand Wagoneer, lanzados el pasado año en el mercado norteamericano.