La última propuesta de la compañía británica Andersen pretenden acabar con los malos humos en las comunidades de vecinos. Se trata de un cargador camuflado que pasa totalmente desapercibido y permite cargar un vehículo eléctrico sin que nadie se entere.
Ya hace tiempo que la ley solo requiere informar por escrito a la comunidad de vecinos o al administrador para instalar un punto de carga en el garaje comunitario. Ningún vecino puede impedirte, por tanto, que tengas tu propio punto de carga en tu plaza de garaje para recargar un vehículo eléctrico. Simplemente debes hacerte cargo de la instalación y conectar el cargador al contador de tu vivienda, por lo que toda la energía que consumas será reflejada en tu factura de la luz, como la de cualquier otro electrodoméstico.
Pero eso no quita que dejes de ser el protagonista del “corrillo” de vecinos. De hecho, todos sabemos cómo se las gastan en la mayoría de comunidades y, casi con el 100% de probabilidad, más de un vecino te pedirá explicaciones cuando instales un punto de carga y recargues tu coche o moto en tu plaza dentro de un garaje comunitario.
Cargador camuflado: libre de sospechas
Pues bien, a partir de ahora existe una opción para evitar que los vecinos más cotillas dejen de preguntar o de hablar de ti. Se trata de un cargador camuflado de la compañía Andersen EV que pasa totalmente desapercibido porque se integra con el diseño de la pared. De esta forma, no tendrás que dar explicaciones cuando decidas dar el paso y optar por instalar un punto de carga en tu propia plaza de garaje.
Este cargador camuflado se llama Andersen-2-Invisible (A-2-I) y el fabricante británico asegura que puede integrarse en el diseño de cualquier pared. En principio, Andersen lo ha desarrollado para instalarlo en casas, pero sirve perfectamente para un garaje comunitario. En el caso de ponerlo en una casa individual, permite integrarlo en el diseño para que tampoco llame la atención.
Si te preguntas cómo funciona es fácil. El cargador camuflado cuenta con minipantallas 4K de alta definición integgradas en su panel frontal y en los laterales de la caja. La tecnología que incorpora permite imitar el patrón de la pared en la que está instalado. De esa forma, puede pasar desapercibido en cualquier lugar. Una opción para desactivar la función de camuflaje transforma la apariencia del cargador para que luzca su diseño original.
La caja del cargador camuflado cuenta con una película impermeable para mantenerse protegido de las inclemencias del tiempo, especialmente de la lluvia.
Eso sí, este cargador camuflado no es barato. El Andersen -2-Invisible está disponible por 9.999 libras en Reino Unido, es decir, casi 11.900 euros al cambio actual. Además, técnicamente es idéntico al cargador Andersen A2 convencional. Este último se puede personalizar con distintos colores y materiales, pero no ofrece el nivel de individualización al que llega el cargador camuflado.
Este cargador camuflado es compatible con todos los vehículos eléctricos e híbridos enchufables con toma de carga de Tipo 2. Cuenta con un cable de 5,5 m para cargar a 3,6 kW de potencia, otro de 8,5 metros de longitud para cargar a 7 kW de potencia y uno de 6,5 m de largo para cargar a 22 kW de potencia. Además, tiene tres años de garantía.
El personal de Andersen se encarga de la instalación de este cargador camuflado y lo asocia a la aplicación Konnect+ de la compañía. A través de esta app puede monitorizarse la carga del vehículo eléctrico desde el móvil, así como activar o desactivar el modo camuflaje, bloquearlo y desbloquearlo de forma remota y programar la carga. También se puede comprar por internet, por lo que no debería ser un problema disfrutar de este cargador en España.