En España hay desplegados unos 2.600 radares de todo tipo, entre ellos unos 1.900 fijos, casi 400 de semáforo, 160 de tramo y más de 200 cámaras de vigilancia de cinturón y móvil. Y la cifra de cinemómetros instalados aumentó un 4% el pasado año, según los datos del ‘I Observatorio de Radares en España’, realizado por Coyote y que suma los radares de la DGT, el Servei Catalá de Tránsit, Trafikoa y los de los ayuntamientos. De todos ellos, entre los que más preocupan a los conductores están los radares Veloláser, que la DGT comenzó a utilizar en las vacaciones de Semana Santa de 2018 para controlar y vigilar el tráfico.
A estos radares los llaman ‘invisibles’ porque son muy pequeños (miden unos 50 cm) y difíciles de detectar, además de ser bastante ligeros, por lo que incluso pueden transportarse a bordo de las motos de los agentes de tráfico. Pueden ubicarse en trípodes, en un vehículo (una moto, por ejemplo) o en las inmediaciones de la vía, características que los hacen fácilmente camuflables. Funcionan de manera autónoma y su margen de error es muy pequeño: se cifra en solo un 5%. Tienen un radio de alcance de hasta 50 metros y son capaces de registrar velocidades que van desde unos 30 km/h a 250 km/h.
Mapa de radares
De hecho, cuando se presentaron en la Semana Santa de 2018, la DGT recibió 60 unidades y se anunció también la llegada de lo que el Ministerio del Interior denominó ‘patrullas integrales’, compuestas por una pareja de motoristas de la Guardia Civil provistos de medios portátiles de detección de alcohol, drogas y también de cinemómetros portátiles, que no tendrían apoyo de los equipos de atestados ni de control de velocidad. Estas patrullas integrales pueden actuar con mayor rapidez y los conductores tienen más difícil la comunicación entre ellos para avisarse de la ubicación de los radares o de los controles de alcohol y drogas a través de las aplicaciones de teléfono móvil.
La entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico, que elimina la posibilidad de superar en 20 km/h la velocidad para adelantar en carreteras convencionales dará mayor protagonismo a estos radares en vías secundarias para ‘cazar’ a los infractores.
Si quieres saber dónde se ubican, los usuarios de la plataforma colaborativa SocialDrive han colocado sobre el mapa los puntos en los que, con mayor frecuencia, se han situado estos radares aunque, al ser móviles, sus ubicaciones pueden variar. Según el estudio realizado por Coyote, las comunidades que cuentan con mayor número de radares son Cataluña, Andalucía y Castilla y León, que tienen instalados más de la mitad del total de cinemómetros de España, seguidas por Madrid y País Vasco.
El mapa se ha creado con la herramienta My Apps de Google Maps, por lo que se integra en esta aplicación, y permite hacer búsquedas y conocer la ubicación exacta de cada radar en el momento en que fue captado por los usuarios de SocialDrive. Es legal consultar este mapa u otras aplicaciones que ubican los radares fijos (la web de la DGT dispone también de esta información y también Google Maps, entre otros) para conocer dónde se sitúan los radares y nos avisan de la proximidad de los mismos, ya que se considera que estos dispositivos son avisadores de radar.
Si consultas información sobre los radares en una aplicación móvil, como Waze o SocialDrive, esta Semana Santa debes tener en cuenta que tendrás que llevar el teléfono debidamente apoyado en un soporte homologado, ya que la sanción por manipular el móvil al volante es de 200 euros y seis puntos menos del carné.
Lo que sí es ilegal es llevar un detector de radar en el coche (nos pueden multar con 500 euros y tres puntos menos) y está prohibido tener un inhibidor, que rastrea los radares y anula su funcionamiento, una acción que nos puede costar una multa de 6.000 euros y seis puntos de carné y que también conlleva una sanción de hasta 30.000 euros para el taller que nos lo haya instalado.
