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La mecánica híbrida del Subaru Forester puede con todo

La mecánica híbrida autorrecargable del Subaru Forester puede con todo. A nivel técnico, apuesta por la configuración que ya conocíamos del Subaru Forester 2019, en la que el motor e-Boxer híbrido de gasolina es el protagonista, siempre asociado a una transmisión automática Lineartronic de tipo CVT con siete marchas prefijadas y al sistema de tracción total permanente Symmetrical All-Wheel Drive de Subaru.

Este nuevo Forester no se trata de una gran renovación, más bien hablamos de una ligera actualización que afecta, sobre todo, al diseño exterior. Estos cambios se notan especialmente a la parte frontal, donde estrena faros de led, luces antiniebla con la misma tecnología y una parrilla hexagonal pintada completamente en negro. También tiene protecciones inferiores más robustas y un nuevo paragolpes con el que la longitud total del coche crece 15 mm, hasta los 4,64 metros. Las medidas que si mantiene son los 1,81 metros de largo y 1,73 metros de alto.

El bloque atmosférico de 2.0 litros y cuatro cilindros desarrolla 150 CV y cuenta con la ayuda de un pequeño motor eléctrico que interviene en los momentos de mayor demanda de potencia. Un buen ejemplo es en un adelantamiento, así como al iniciar la marcha con el objetivo de reducir el consumo de combustible.

En la práctica, la asistencia eléctrica contribuye a incrementar el confort de marcha porque permite rodar en silencio al arrancar y proporciona un pequeño extra de empuje. Si bien las prestaciones del Forester siguen siendo más bien discretas (necesita casi 12 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h), es en buena medida por culpa del cambio automático. Este cambio está más efocado a proporcionar suavidad que a mejorar el rendimiento dinámico.