Poco a poco, la gama 100% eléctrica de Volkswagen va tomando forma. Tras la reciente incorporación del Volkswagen ID. Buzz al catálogo, aterriza en los concesionarios el Volkswagen ID.5. Se trata de un SUV compacto que comparte la plataforma MEB y casi todo con el Volkswagen ID.4, pero apuesta por un estilo más dinámico gracias a la forma coupé de su carrocería.
Para conocerlo de primera mano, hemos viajado a Salzburgo, en Austria. Las carreteras de montaña del país alpino han sido el escenario perfecto para llevar a cabo la primera toma de contacto del nuevo cero emisiones de Volkswagen. Allí nos esperaban varias unidades, tanto de la versión Pro de acceso a la gama, como del Volkswagen ID.5 GTX, la variante más emocional de este modelo, similar por concepto a un GTI.
Dimensiones similares a las del Volkswagen ID.4
En los dos casos, el nuevo SUV eléctrico mide 4,60 metros de largo, es decir, dos centímetros más que el Volkswagen ID.4. El GTX mide 4,58 metros de largo. La pronunciada caída del techo y la forma de su zaga también hacen pensar que es más bajo que su hermano, pero en realidad apenas mide tres centímetros menos de alto, pasando de los 1,64 metros del ID.4 a 1,61 metros. En cuanto a la anchura de su carrocería, es idéntica: 1,85 metros.
Lo que si mejora notablemente con el diseño más afilado del Volkswagen ID.5 es su coeficiente aerodinámico. Su Cx es de solo 0,26, mientras que el del ID.4 es de 0,28. Gracias a ello, incrementa ligeramente la distancia que puede recorrer con una sola carga respecto a su pariente menos emocional.
Si hablamos estrictamente de diseño, el frontal del Volkswagen ID.5 nos resulta familiar porque es idéntico al del Volkswagen ID.4. Sin embargo, su silueta lateral y la zaga cambian para adoptar una apariencia más deportiva. Mantiene las cinco puertas, pero la luna trasera está mucho más inclinada y culmina en un alerón trasero fijo. Eso sí, los pilotos de LED unidos por una franja de luz son similares.
La habitabilidad es uno de los puntos fuertes del Volkswagen ID.5
Lo mejor de todo es que el Volkswagen ID.5 ofrece el mismo espacio interior que el Volkswagen ID.4. La habitabilidad es idéntica, mantiene las cinco plazas y el acceso a la segunda fila de asientos no se ve comprometido. Además, en la zona posterior hay sitio de sobra para que dos adultos se encuentren cómodos, incluso en trayectos largos. Las cotas en esta parte del habitáculo son buenas en todos los sentidos, con mucho espacio para las piernas, una buena anchura y bastante hueco para la cabeza.
La plaza central, como suele ocurrir con el resto de vehículos del segmento, solo sirve para recorridos cortos o para niños, aunque la ausencia de túnel central y el suelo plano permite adoptar una postura más cómoda que en la mayoría de SUV compactos con motor térmico.
Maletero más grande que el del Volkswagen ID.4
Si hablamos del maletero, el Volkswagen ID.5 sale todavía mejor parado que el Volkswagen ID.4. A pesar de su diseño más deportivo, gana capacidad, creciendo desde los 543 litros, hasta los 549 litros. La boca de carga es enorme, su diseño regular permite aprovecharlo al máximo y el portón trasero también puede ser eléctrico. Abatiendo los asientos traseros, que se dividen en dos partes de forma 60:40, el espacio de carga llega hasta los 1.561 litros.
Si hablamos del diseño y el equipamiento del interior, son calcados a los del Volkswagen ID.4. Es por ello que cuando nos pusimos a sus mandos todo nos resultó familiar, desde el volante con un pequeño cuadro digital de 5,3 pulgadas colocado en la columna de dirección, hasta la pantalla táctil central de 12 pulgadas, pasando por la minimalista consola central y por el túnel central repleto de huecos portaobjetos. La palanca de cambios también está situada junto a la instrumentación
Minimalismo máximo en el interior
Las valoraciones del interior del ID.4 sirven, por tanto, para el Volkswagen ID.5. Apenas tiene botones y eso requiere usar la pantalla táctil central más de lo habitual, mientras que el cuadro sigue resultando pequeño y se echa en falta que sea configurable, como el Digital Cockpit de un Volkswagen T-Roc o un Tiguán.
En cuanto a la calidad, es superior a la del Volkswagen ID.3, pero no llega al nivel del citado Tiguán, que cuenta con más superficies blandas, si bien el Volkswagen ID.5 ofrece más posibilidades de personalización.
Lo que sigue sorprendiéndonos es lo completo que resulta el sistema de infoentretenimiento en lo que a la gestión eléctrica se refiere. Ofrece múltiples opciones para programar la carga y cuenta con funciones de planificación de ruta muy completas.
Te ayuda a viajar sin miedo
Con el Volkswagen ID.5 es posible planificar un viaje sabiendo de forma precisa dónde hay que parar para recargar la batería, el porcentaje de batería con el que llegaríamos a cada punto y el tiempo que supondría la recarga en esas paradas para continuar con suficiente batería hasta la siguiente parada. El sistema también permite elegir entre llegar con más batería a cada punto o apurar al máximo para acortar el tiempo del viaje. Además, informa en tiempo real sobre la disponibilidad de los cargadores, sea cual sea su ubicación.
Este tipo de tecnología es crucial para que la movilidad eléctrica sea una alternativa interesante para todos los conductores. De esta forma, no hay ningún inconveniente en plantearse viajar con el Volkswagen ID.5, simplemente hay que detenerse unos minutos antes de comenzar la ruta para planificar todo.
Hasta 520 km de autonomía
También es cierto que, de todos los modelos eléctricos que están a la venta actualmente, el Volkswagen ID.5 es una de las opciones más indicadas para viajar por su autonomía. La versión de acceso de a la gama ofrece un alcance de 520 km con una carga, mientras que el Volkswagen ID.5 GTX llega hasta los 490 km.
En ambos casos, la batería de iones de litio es de 77 kWh, la misma que utilizan los Volkswagen ID.4 Pro, Pro Performance y GTX. Y es que, a nivel técnico, el ID.4 y el Volkswagen ID.5 son idénticos.
De hecho, su gama de motores es la misma, con la versión Pro de 174 CV como opción de acceso, el Pro Performance de 204 CV como la alternativa más equilibrada y el GTX de 299 CV como el más prestacional. Los dos primeros cuentan con un solo motor y son tracción trasera, mientras que el GTX tiene dos motores eléctricos, uno por cada eje, por lo que cuenta con tracción total.
El Volkswagen ID.5 es ágil y cómodo
El Volkswagen ID.5 Pro acelera de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos, el Pro Performance lo hace en 8,4 segundos y el Volkswagen ID.5 GTX solo necesita 6,3 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. Más allá de las prestaciones, todos se sienten ágiles, a pesar de superar las 2,1 toneladas de peso. Eso sí, el ID.5 se comporta igual que el ID.4. Su apariencia más deportiva es simplemente eso, apariencia.
De esta forma, el Volkswagen ID.5 sigue resultando cómodo, por un lado, gracias al confort de marcha proporciona su buen aislamiento y el silencio de su mecánica eléctrica. Pero también por la puesta a punto de la suspensión. Sin ser blanda, digiere muy bien los baches y mantiene a raya los movimientos de la carrocería. En parte ayudada por el bajo centro de gravedad que se consigue con la posición de la batería, bajo el piso y entre los dos ejes.
EL GTX es más rápido, pero ¿más deportivo?
En el Volkswagen ID.5 GTX, la suspensión es algo más firme, pero no llega al nivel de la de un GTI. Volkswagen quiere hacer de los eléctricos GTX algo similar a sus modelos GTI, pero, en este caso, estamos ante una versión más rápida y con una puesta a punto ligeramente diferente a la de los Pro y Pro Performance, pero sin tintes deportivos. Es igual de confortable y práctica para el día, aunque permite sacar más partido del chasis del ID.5 en una carretera de curvas, por lo que resulta más divertido.
En cualquier caso, el ID.5 Pro Performance que también probamos en Austria se desenvuelve bien en cualquier escenario, se incorpora con agilidad a la autovía y no plantea ningún problema a la hora de adelantar. A falta de probar el Pro de 174 CV, se antoja la versión más interesante y equilibrada de la gama.
Consumo medio real muy cercano al homologado
Tanto es así que su consumo medio homologado de acuerdo al ciclo WLTP es idéntico: 17,0 kWh/100 km. ¿Demasiado optimista? Lo cierto es que no. En un recorrido de unos 160 km llevado a cabo por carreteras secundarias a una velocidad máxima de 100 km/h y con algo de ciudad, la media registrada fue de 18,2 kWh/100 km.
Como sucede con el ID.4, el gasto del Volkswagen ID.5 será mayor en autovía y se reducirá al conducir mucho tiempo en entornos urbanos. Sobre todo, si se utiliza la función B (brake) para incrementar la intensidad de la frenada regenerativa, que tampoco puede regularse en varios niveles, como sucede con algunos de sus rivales.
¿Cuánto cuesta el Volkswagen ID.5?
En lo que respecta al precio, el Volkswagen ID.5 ya está disponible en España desde 50.015 euros en su versión Pro. La misma variante del Volkswagen ID.4, con un equipamiento idéntico, está a la venta desde 47.740 euros, por lo que hay 2.275 euros de diferencia entre un modelo y otro.
El Volkswagen ID.5 Pro Performance de 204 CV tiene un precio de partida de 51.620 euros, por lo que cuesta 1.605 euros más que el Volkswagen ID.5 Pro de 174 CV. Por su parte, el Volkswagen ID.5 GTX de 299 CV arranca en los 56.615 euros.
Desde la versión básica, el Volkswagen ID.5 incluye de serie llantas de aleación de 19”, faros Full Led, iluminación ambiental interior, volante multifunción de cuero calefactable y con controles táctiles, Apple CarPlay y Android Auto sin cables, detector de fatiga, navegador y un completo paquete de sistemas de asistencia a la conducción.