Llegó el día. Sabes que estás ante los últimos días junto a tu coche de toda la vida porque has decidido venderlo, pero aún no tienes clara la mejor opción para hacerlo. Si este es el caso, quizás deberías tomar una decisión que posiblemente no se te haya pasado por la cabeza: venderlo directamente a un concesionario.
Cuando hablamos de vender, parece que solo podemos relacionarlo con ofertar el coche a compradores particulares, pero hacerlo a profesionales del sector puede ser mejor. Pueden estar interesados en la compra del vehículo, para lo cual realizarán una oferta en firme… con numerosas ventajas.
1Vender a un concesionario, algo rápido y seguro
Analizando pros y contras, el mayor de los primeros es, quizás, la rapidez de venta, superior a cualquier otra fórmula. Con un concesionario la cosa va como la seda. Ya están acostumbrados a ejecutar el mismo procedimiento que han hecho cientos de veces.
Una vez recibida la oferta y aceptada, el cobro del coche está garantizado… y es instantáneo. Solo por esto ya merece muchísimo la pena. Pero es tan solo una ventaja de un incontable número de beneficios que desgranaremos a continuación.