Al otro lado del océano se tiene considerado como un verdadero ícono al legendario Dodge Charger. Y esa es la base que los expertos de SpeedKore han tomado para desarrollar este impresionante Hellucination, con mucho carbono y 1.000 CV de potencia.
Como seguro ya sabes, los chicos de SpeedKore son todos unos artistas en fabricar componentes de fibra de carbono. En su haber hay diferentes exclusivas creaciones como el Hellraiser o un Dodge Challenger SRT Demon cuya carrocería fabrican con este ligero material. Por mencionar algunas, además de la infinidad de accesorios que ofrecen para la inmensa mayoría de los deportivos ‘made in USA’.
Hablar de SpeedKore es hacerlo de fibra de carbono
Y precisamente de ligera fibra de carbono está fabricada al completo la carrocería de este Dodge Charger de 1968 y bautizado como Hellucination. Desarrollada para calcar al milímetro las formas originales de este mítico ‘muscle car’, los expertos de SpeedKore la tratan con un barniz transparente que deja a la vista las particularidades de este material. Si bien, se han permitido algunas licencias con el diseño al crear un capó delantero personalizado y algún que otro detalle que pone un toque moderno. Y estos van mucho más allá de esos faros y pilotos con tecnología LED.
SpeedKore se ha permitido el lujo de fabricar con fibra de carbono hasta el propio piso de este Hellucination, además de los pasos de las ruedas. Precisamente este espacio ha sido rellenado con un impresionante juego de llantas fabricado especialmente por HRE.
Componentes de alta tecnología para el Hellucination
Hablamos de unas exclusivas llantas forjadas que tienen 19 pulgadas delante y 20 pulgadas detrás. Estas se calzan con uno neumáticos Michelin Pilot Sport 4S, que delante tienen medida 245/35 R19 y detrás 345/30 R19. Tras todo este conjunto, SpeedKore confía en un equipo de frenos firmado por el especialista Brembo.
Este tiene delante discos de 400 milímetros y pinzas de seis pistones. Mientras tanto, detrás se confía en discos de 350 milímetros y pinzas de cuatro pistones. Este no es el único elemento dinámico que se ha mejorado en este Hellucination. Y es que los expertos de SpeedKore también revisan la dirección de esta criatura, así como sus suspensiones, que ahora son independientes y cuentan con amortiguadores del tipo coilover, totalmente regulables.
SpeedKore mete con calzador el corazón Hellephant
Y es que la dinámica se ha tenido especialmente en cuenta. Más que nada porque ante tus ojos tienes un Dodge Charger con 54 años de vida, pero con 1.000 CV de potencia debajo de su capó delantero. Y es que el motor original ha dejado paso al todopoderoso bloque Hellephant, que como sabrás es un 7.0 V8 sobrealimentado. Pero en este caso con un compresor de 3.0 litros que permite alcanzar semejantes cifras de potencia, enviado todo ello a sus dos neumáticos traseros (ahora la anchura de estos cobra sentido) por medio de un cambio automático ZF con ocho velocidades.
Para el desarrollo de este Hellucination, estos artesanos de la fibra de carbono han colaborado con Ralph Gilles, que es responsable de diseño del Grupo Stellantis. Este no solo ha puesto su particular visión en el exterior, sino también en el interior de esta singular criatura. Precisamente aquí se han decantado por mantener las formas clásicas, pero introduciendo interruptores y mandos de estilo moderno. A pesar de todo se mantienen detalles de antaño como el volante, los pedales e incluso unos relojes analógicos. Eso sí, vestidos con el emblema Hellephant.