Para comenzar, ¿en qué lugar del mundo podría encontrarse un cementerio de coches de lujo? En un paraíso fiscal, tal vez, donde se gaste dinero negro y no se use el bien adquirido. ¿En qué otro sitio podría suceder? En alguna parte en el que haya tanta abundancia económica que los vehiculos, por caros y exclusivos que sean, son reemplazados por unos nuevos anualmente y nadie compra los utilizados. Por ende, no es fácil imaginar la situación en las que se puedan encontrar abandonados Ferrari, Porsche, Maserati, Rolls-Royce, Mercedes, Bentley y otras marcas por el estilo. Pero existe, y el motivo es más increíble que el espacio en sí mismo.
En esta oportunidad, nos referimos a Dubai, la ciudad más importante de los Emiratos Árabes Unidos, una de las más extravagantes del mundo. Allí, está la famosa torre Burj Khalifa, el edificio más alto de todos, que mide 828 metros, tiene 163 pisos y 58 ascensores. Así como hay tanto dinero, también hay leyes muy estrictas, que muchas veces pueden terminar en trampas inconscientes para los soñadores. Y como la riqueza atrae más riqueza, la idea de intentar vivir con tanto lujo es muy tentadora. En conclusión, con un nivel de ingresos muy alto, sacar un crédito para comprarse en poco tiempo el reciente superdeportivo es realmente posible para muchos profesionales que llegan a buscar la buena vida que generan los coches y el petróleo.
