Vale recalcar, que en tu vehículo hay varios fluidos vitales que desempeñan distintas funciones importantes, pero si hay que destacar uno, ese es el aceite. Este solvente es vital para tu coche. Por ende, si la unidad se queda sin este líquido clave, el motor corre el riesgo de sufrir daños irreversibles. Sin dudas, el aceite es el encargado de lubricar las paredes internas de la mecánica, creando una capa entre las piezas de metal que están en continuo movimiento. Si hay ausencia, las piezas alcanzarían temperaturas extremas y se deformarían, o lo que es lo mismo, adiós motor. En resumen, más abajo en el video verás el apasionante viaje que realiza este fluido mágico por el interior de tu rodado.
Entonces, para que el aceite ejecute su cometido como es debido, debes tener una cantidad suficiente –es muy sencillo comprobar el nivel de llenado de tu coche– y estar en buenas condiciones. Ya que se va degenerando con el uso, pues acumula la suciedad generada por el desgaste. En consecuencia, toca cambiarlo y prestar atención al importante filtro del aceite que, como te hemos contado en ocasiones, por su coste, deberías cambiarlo conjuntamente. Lo recomendable, es cada 10.000 KM o 15.000, si bien existen productos de «larga vida» que puede estirarse hasta los 30.000. En conclusión, como bien dice la frase «mejor prevenir que curar», porque encima no hay cura.