Las olas de calor son lo peor del verano con diferencia. Los termómetros de casi toda España alcanzan y superan los 40 grados, la gran mayoría de comunidades autónomas se declaran en alerta y recomiendan a los ciudadanos tener precaución. Pero además de a las personas, no podemos olvidar que el sol y el calor afecta también a los coches.
La radiación solar afecta mucho a nuestro coche, con serias consecuencias, no sólo por las elevadas temperaturas sino también debido al efecto nocivo de los rayos ultravioleta. Ellos son el principal factor de envejecimiento cuando exponemos nuestro vehículo al sol prolongadamente.
1El coche al sol pinta mal
Para empezar, hay una diferencia notable si hablamos de un coche de color oscuro. La superficie exterior de los automóviles con la carrocería pintada de un tono oscuro absorbe en mayor medida el calor de la radiación, por lo que la temperatura alcanzada en esta zona con respecto a uno, por ejemplo, blanco, es tremendamente significativa.
Ahí van dos ejemplos. Durante una hora de radiación, la temperatura exterior del vehículo negro puede llegar a 80º por 63º del blanco, es decir, la diferencia es de casi ¡20 grados! El incremento de la temperatura es progresivo, no obstante, y alcanza su punto álgido a los 20 minutos. Ten cuidado porque si la carrocería entra en contacto con la piel, esta puede causar quemaduras peligrosas. ¿Pero qué más cosas le pueden pasar al coche estando al sol?