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Aston Martin DB5: el automóvil más famoso de James Bond

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Prácticamente todas las películas incluyen lugares y objetos reconocibles que incluso llegan a definir a los propios personajes. Por supuesto, esos personajes también necesitan desplazarse a dichos lugares y, cómo no, muchos optan por el método más popular y que muchos utilizamos a diario tanto laboralmente como para nuestro ocio: el coche.

Echando la vista atrás podemos encontrar verdaderas maravillas de la ingeniería que han sobrevivido al paso del tiempo gracias a los amantes del automóvil o entidades como la Federación Española de Coches Antiguos, pero también gracias a un importantísimo vínculo con películas y personajes. Del cine han pasado a medios como los videojuegos y populares franquicias como Gran Turismo o Forza, juegos de casino online como Classic Cars o incluso novelas gráficas como la increíble Grand Prix.

La lista de candidatos es interminable, pero si nos ceñimos a coches reales (¡nada de Batmóviles!) hay una franquicia que abarca todas las artes y que ha convertido a una marca británica en toda una leyenda del automovilismo: James Bond y su Aston Martin DB5.

Aston Martin Motor16

Se llama Martin, Aston Martin

La propia marca ya nos lleva a pensar: “¡El coche de James Bond!”. Y es bastante curioso porque el famoso Agente 007 ha contado con una amplia flota de automóviles a su disposición desde su llegada a la gran pantalla en 1962.

Los dos primeros coches proporcionados por el MI6 fueron dos clasicazos como el Chevrolet Bel Air del 57 y el Bentley 3.5 litros y tuvimos que esperar a la tercera entrega de la saga para que Sean Connery se pusiera al volante del DB5 en Goldfinger (1964). Se trata de uno de los actores y una de las cintas más populares de la franquicia, por lo que no es de extrañar que tanto el actor como su deportivo se hayan convertido en los favoritos de muchos amantes de la saga. Además, repitió al año siguiente en Operación Trueno (1965).

Habría que esperar 30 años para que Pierce Brosnan recuperara el famoso “coche Bond” en GoldenEye (1995) y El mañana nunca muere (1997). Estas dos películas introdujeron el precioso deportivo a una nueva generación y, posteriormente, Casino Royale (2006), Skyfall (2012) y Spectre (2015), las tres con Daniel Craig, lo volvió a elevar al olimpo del automovilismo.

Aston Martin

No es de extrañar que este lujoso automóvil inglés revolucionara el mundo del motor entre 1963 y 1965 con su despampanante diseño italiano y las famosas características de los gran turismo. Su motor de 6 cilindros en línea y 4 litros de capacidad ofrece unos 300 CV de potencia para alcanzar velocidades de hasta 233 kilómetros por hora, una verdadera bestia para los años 60.

En total se fabricaron poco más de 1000 unidades que se presentan pocas para los coleccionistas que pueden permitirse adquirir una de ellas.

Un coche para agentes secretos

En 2020, Aston Martin sorprendió a todos con la fabricación de una nueva edición limitada de 25 recreaciones que salieron a la venta por la friolera de casi 3 millones de euros. Además de respetar el diseño original y muchos de sus componentes, estos modelos incluyen una réplica de todos los artilugios utilizados en las películas, como el lanzacohetes, la cortina de humo o la matrícula giratoria, todos ellos de pega, obviamente.

Por otra parte, los interesados en el original utilizado en las películas de Sean Connery están de enhorabuena porque saldrá a subasta en Agosto. Eso sí, habrá que rascarse el bolsillo porque se estima que alcance una cantidad cercana al millón y medio de euros.