El Kia Sportage completa su gama con la llegada de las versiones más eficientes. Dos variantes diésel que apuestan por la economía de uso –incluso por la electrificación con sistema de hibridación ligera- y un híbrido enchufable que conjuga perfectamente rendimiento gracias a sus 265 caballos con una gasto sorprendente –pues homologa solo 1,1 l/100 km- cuando tiene la batería completamente cargada.
Son las alternativas que le faltaban al SUV coreano para conformar una gama con todas las opciones: modelos de combustión clásica en diésel y gasolina; con tecnología de hibridación ligera en diésel y gasolina; híbrido autorrecargable e híbrido enchufable. Solo faltaría un eléctrico, pero teniendo en cuenta que en la marca coreana ya cuentan con el Kia EV6 y con el nuevo Niro como SUV fde 0 emisiones, no consideran prioritaria su existencia.
El Sportage Híbrido Enchufable es la auténtica estrella de esta nueva gama. Combina un motor T-GDI de 1.6 litros con un motor eléctrico de 66,9 kW y una batería de iones de litio y polímero de 13,8 kWh de capacidad.
El Kia Sportage hibrido enchufable ofrece hasta 78 km de autonomía
Con ello suma los mencionados 265 caballos. Pero más que la cifra, donde el Sportage PHEV encuentra todo su valor es en el rendimiento. Porque en lo relativo a su eficiencia, no hay nada igual en la gama del SUV coreano. Con esos 1,1 l/100 km que homologa es el Sportage más ahorrador de la historia. Y gracias a esa batería mencionada, es capaz de circular sin emitir nada hasta 70 kilómetros con su consumo WLTP combinado o 78 kilómetros con el consumo homologado en circulación urbana.
Es lo que caracteriza a este Sportage, porque en el resto todo es igual que las otras versiones. Por ejemplo en su excepcional amplitud interior con un maletero que homologa 540 litros de capacidad o unas plazas con las mismas dimensiones y espacio para ocupantes que en el resto de modelos de la gama Sportage. También el interior está caracterizado por su estilo tecnológico, con esa doble pantalla curvada en disposición horizontal o por su gran equipamiento.
También en el apartado del dinamismo y el comportamiento, donde incorpora tecnologías como la suspensión controlada electrónicamente de nueva generación o el nuevo modo Terrain para poder circular sobre los terrenos más difíciles, como la nieve, el barro y la arena. Y cuenta, también en el apartado tecnológico con los más avanzados sistemas de asistencia a la conducción.
Acelera de 0 a 100 en 8,2 segundos
Centrándonos en la parte mecánica, de los 265 caballos que ofrece el Kia Sportage PHEV, 180 provienen del motor de gasolina. Su par máximo de 350 Nm garantiza un empuje instantáneo y con el cambio automático de seis velocidades, todo el proceso de la conducción se hace con la mayor suavidad y rapidez. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 8,2 segundos y alcanza los 191 km/h de velocidad máxima.
El dinamismo también se refleja en el estilo exterior, en el que respecto al resto de modelos de la gama cambia, por ejemplo el diseño de las llantas de aleación de 19 pulgadas que cuenta con dos específicos para esta versión PHEV. Además, cuenta con una gama de colores con 13 variantes, con nuevos colores, de los que nueve se pueden combinar con un techo negro para un llamativo efecto bicolor en las versiones GT- Line.
En el interior además, las pantallas de 12,3 pulgadas y el panel de instrumentos son lo más destacado y el auténtico cerebro del funcionamiento del Kia Sportage. Pero la clave está en la comunicación. El Sportage es un vehículo conectado online de los últimos para estar a la última de las informaciones relativas al tráfico, mapas, o actualizaciones de software directamente over the air.
Esa conectividad permite que el usuario esté conectado con su vehículo a través de la aplicación para smartphones Kia Connect. Así, desde el teléfono se consigue entrar en las principales funciones del coche para comprobar que está cerrado o hacerlo, para saber dónde está aparcado…
Dinamismo asegurado en el Kia Sportage híbrido enchufable
Todo lo que anuncia sobre el papel, lo cumple en el asfalto. El nuevo Kia Sportage híbrido enchufable brilla por su doble condición. Su circulación en modo eléctrico es pura suavidad, progresividad, silencio, delicadeza. Es un auténtico eléctrico en este modo y como tal se comporta. En ciudad se desliza y en carretera ese carácter eléctrico también se ve en la progresividad con la que acelera.
Pero la delicadeza se torna poderío cuando entra en funcionamiento el motor de combustión o cuando ambos trabajan en conjunto. Entonces el Sportage saca carácter y músculo; más con el modo Sport activado, para demostrar que bajo el capó hay 265 caballos dispuestos a todo.
El recorrido por carreteras de Valladolid nos muestra un comportamiento sobresaliente, con un bajo centro de gravedad –por la ubicación de las baterías- que aporta aplomo en cada momento. Las suspensiones son confortables, pero con un grado de dureza que aporta confianza desde el primer kilómetro. La dirección y los frenos son magníficos y el híbrido enchufable del Sportage se convierte en un magnífico rodador.
Además, un atractivo más que añadir a todo lo comentado es su precio. Es cierto que ayudado por los descuentos del Plan Moves III, pero el coste de partida de este híbrido enchufable es menor que el del Sportage diésel MHEV de 136 caballos de tracción total: 33.750 euros en acabado Drive. Y ese es el último argumento que convierte a esta versión en una de las más interesantes de la gama.
Porque con el 2023 a la vuelta de la esquina y las Zonas de Bajas Emisiones listas para echar a andar, tener un coche con este doble carácter –eléctrico y 0 emisiones durante 70 kilómetros- y de combustión y sin limitaciones el resto del tiempo es realmente una alternativa magnífica. Y el nuevo Kia Sportage cumple perfectamente con estas exigencias.