Arranca la primera operación salida del verano con nueva Ley de Tráfico aprobada este año, que ha endurecido algunos comportamientos al volante, y un gran despliegue de dispositivos y radares de la DGT que vigilan el cumplimiento de las normas de circulación. Además de los agentes que están sobre el terreno, este año la DGT cuenta con 780 radares fijos de control de velocidad –92 de ellos de tramo, y 545 radares móviles para controlar la velocidad en las carreteras. A estos se unen 12 helicópteros, 39 drones –23 de ellos con capacidad de denuncia–, 15 furgonetas camufladas, 34 motos camufladas de la ATGC (Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil) y 245 cámaras de vigilancia del cinturón y el móvil.
Los excesos de velocidad están en el foco de la DGT porque uno de cada cuatro accidentes de tráfico con víctimas se puede relacionar directamente con ellos. La DGT recuerda que la velocidad genérica en carreteras convencionales es de 90 km/h y la nueva Ley de Tráfico ha eliminado la posibilidad de que turismos y motocicletas puedan rebasar en 20 km/h los límites de velocidad en estas carreteras convencionales cuando adelanten a otros vehículos.
Para controlar la velocidad, la DGT cuenta con radares desplegados a lo largo de toda la geografía. Conocer su ubicación es totalmente legal. De hecho, la DGT publica en su web el listado completo con los puntos en los que se ubican los radares fijos y también los móviles. En esta lista no aparecen los radares de Cataluña y el País Vasco, comunidades que tienen las competencias transferidas en materia de tráfico.