Destruir el chasis del coche parece una expresión gruesa, demasiado contundente y alejada de lo que queremos hacerle a nuestro adorado vehículo… pero en realidad es lo que, en la práctica, puede ocurrir a menudo por malas prácticas que en muchos casos hacemos de la forma más inconsciente. Los daños en el chasis pueden llegar con bastante facilidad, de hecho.
Si hablamos de hábitos, no ser consciente de que el clima suele ser nuestro peor enemigo o que la amada naturaleza nos la puede jugar es sinónimo de no querer demasiado a nuestro coche. Lo podrás comprobar fácilmente a continuación.
1Destrozar el chasis con hábitos perjudiciales: aparcar al sol
Obviamente, a nuestro coche le va a dar el sol bastante, sobre todo en los meses más duros del verano. Los veranos prometen ser cada vez más calurosos y severos, así que es una razón más para que te tomes esto en serio. En marcha es imposible evitarlo, pero siempre que vayas a aparcar, procura buscar un sitio con sombra.
Si bien lo ideal es contar con un garaje, la sombra te va a ayudar a que esos estacionamientos tontos que, en lugar de minutos, acaban durando horas no se traduzcan en una sobrexposición a los rayos UV del sol que desgastará la pintura mucho más rápido de lo normal, especialmente en el caso de los colores fluorescentes.