Las autovías y autopistas de nuestra geografía acogen, según la Dirección General de Tráfico, más de la mitad del tráfico nacional. Para ser más exactos, un 55%. Desplazamientos estos que se llevan a cabo por vías a las que los conductores españoles no les dan muy buena nota que se diga… Suelen criticar el mal estado de la calzada, el intenso flujo de tráfico o el diseño de las entradas y las salidas, entre otros aspectos.
España tiene, más o menos, 15.500 kilómetros de autopistas y autovías que, año tras año, han ido acumulando un elevado déficit histórico por culpa de la falta de inversión, aunque últimamente se ha disparado, incluso: en 2022, hay 1.371 millones de euros para la conservación y el mantenimiento de carreteras. Esta cifra supone un incremento del 11% respecto a 2021 y no se veía desde el año 2009 cuando se destinaron 1.330 millones.
1La evaluación de las autovías por parte de los conductores
Todavía estamos muy lejos de la apuesta económica que hacen los países de nuestro entorno y esta, precisamente, es una de las conclusiones que más se corroboran en el informe elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios.
La OCU ha pedido a 1.259 conductores que evalúen 24 autopistas y autovías teniendo en cuenta distintos criterios: flujo del tráfico, estado, ancho y número de carriles, señalización, existencia o no de guardarraíles, diseño de entradas y salidas, seguridad en curva, obras y el número de áreas de servicio o descanso en el camino. Por cierto, como dato añadido, los datos recogidos para las carreteras locales, urbanas y provinciales son, incluso, peores que las que repasaremos a continuación.