Eventualmente, en una época en la que proliferan los viajes largos, el suceso es muy común. Tras largos kilómetros y cansancio, te despistas o no prestas la suficiente concentración y, de repente, ves un radar. Por ende, el efecto inmediato es mirar la velocidad a la que circulas y, ahí, es cuando en muchas ocasiones llega la duda. ¿Me habrá pillado? Desde ese momento, queda regresar a casa y esperar por si hay o no notificación de la infracción.
A continuación, en el artículo te daremos más información sobre esta habitualidad que pone en vilo a los conductores.
1Verano bajo control
Entonces, si este verano has recorrido cientos de kilómetros por las carreteras españolas, seguro que te has cruzado con decenas de radares durante tus desplazamientos. Sin contar las comunidades autónomas de Cataluña y del País Vasco. Vale aclarar, que en el país hay instalados 764 radares fijos (80 de ellos de tramo) y 548 móviles para controlar la velocidad, según la DGT, que hace pública su ubicación a través de un listado que se puede consultar en su página web.