La luz ámbar de los semáforos está en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico, DGT, porque en muchos pasos de cebra esta permanece intermitente para los conductores de forma simultánea a la luz verde para los peatones. Aunque la prioridad de paso la tienen los viandantes, esto puede generar situaciones de riesgo que acaben en un atropello.
Las cifras hablan por sí solas. Según la DGT, en 2020 murieron 35 peatones y 198 fueron hospitalizados tras ser atropellados en un paso con semáforo. En 2019 esas cifras fueron superiores, con 47 fallecidos y 317 heridos ingresados en hospitales. Para prevenir estos atropellos, la DGT ha pedido a los ayuntamientos que analicen en qué situaciones podría interesar eliminar la luz ámbar de los semáforos o modificar sus tiempos para evitar puntos de conflicto con los peatones (la regulación de los semáforos es competencia de las administraciones locales).
El subdirector general de Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás, ha aclarado en redes sociales que «en ningún caso» se han planteado eliminar el ámbar de nuestros semáforos, ya que «es muy necesario y ayuda a garantizar la fluidez de tráfico en nuestras ciudades».
La reflexión sobre la posibilidad de regular o eliminar la luz ámbar de los semáforos parte de un artículo publicado en la revista de la DGT bajo el título ‘El peligro está en ámbar’, que alude a un estudio de la fundación británica Safer Roads Foundation (SRF) sobre la alta peligrosidad para los peatones en los semáforos con luz ámbar intermitente. Con los resultados del estudio, esta fundación consiguió que se modificara la normativa de la ciudad de Londres, donde se han cambiado algunos semáforos a formatos de secuencia rojo y verde, con indicadores de cuenta regresiva para peatones.
Puntos conflictivos con semáforos en ámbar
Según la SRF, España es el único país del mundo que aún sigue teniendo esa fase ámbar intermitente para vehículos a la vez que la luz verde para los peatones. La Fundación publicó sus conclusiones sobre España después de analizar algunos semáforos de ciudades como Burgos o Benidorm, donde se «constató el peligro de atropello para los peatones, por lo que se recomendó suprimir o modificar algunos tiempos de esos semáforos”.
La DGT ha detallado su postura al respecto: «el ámbar viene perfectamente regulado en nuestro reglamento de circulación y la DGT en ningún caso pretende eliminarlo de nuestras ciudades». Sí se ha puesto en conocimiento de las ciudades la peligrosidad que puede causar en determinadas situaciones, con el fin de que se «analicen cuáles son aquellos puntos conflictivos en los que puede interesar eliminar el ámbar para el conductor«, ha precisado Jorge Ordás a Europa Press.
Para Ordás, el problema con el ámbar se produce «en aquellos tramos de vía en los que hay varios carriles sin intersección o varios carriles con giro a la derecha, y en el mismo lugar hay un semáforo para el vehículo en ámbar intermitente y un semáforo para el peatón en color verde. En ese caso ambos sienten que tienen la prioridad y se genera un mensaje contradictorio en el que siempre va a salir perdiendo el usuario vulnerable, el peatón.