La segunda quincena de agosto es, desde siempre, una de las épocas del año en las que suelen registrase precipitaciones localmente fuertes. Las tormentas de verano presentan una gran intensidad y además están acompañadas de un elemento que nunca nos agrada ver: el granizo. Estas granizadas ocasionan la acumulación de grandes cantidades de agua en pocos minutos dejando a su paso inundaciones y daños materiales de consideración.
Para ejemplificar un poco mejor esta realidad, recordamos la granizada de grandes proporciones que ha tenido lugar en La Bisbal de l’Empordà (Gerona). Cayeron piedras de más de 10 centímetros de diámetro y una de ellas hirió mortalmente a una niña de 20 meses, pero además otras muchas causaron destrozos brutales en coches, edificios y mobiliario urbano.
1¿Qué pasó con los vehículos afectados por la última granizada?
Pregunta que nos hicimos todos al ver las imágenes por televisión… ¿Y quién se hace cargo de esas pérdidas? Decenas de vehículos que estaban aparcados en la calle cuando se desató la tormenta sufrieron golpes, abolladuras y la rotura de cristales por culpa de la granizada. En las redes sociales, las imágenes eran realmente escalofriantes.
Para saber si el seguro del coche cubre los daños ocasionados por una granizada hay que revisar la póliza contratada. Eso es lo que los afectados han tenido que realizar en las horas posteriores a esta catástrofe natural. Y es que dónde sino en el contrato se especifican todas las coberturas. Ahí tiene que quedar reflejado si la entidad aseguradora se hace cargo de los daños ocasionados por la granizada, como impacto o choque de objetos.
