Ves cómo se va a lo lejos. Primero te mantienes impasible, luego das inútiles pasos repleto de impotencia y completamente roto porque no has podido hacer nada para evitar el desenlace. En realidad sí pudiste… de lo contrario la grúa no se estaría llevando tu coche. Este es uno de los grandes temores de los conductores. Es cierto que si no cometemos la osadía de aparcar donde no debemos esto en teoría no debería suceder, pero… ¿y si de verdad tenemos razón?
Ojo. Las autoridades no siempre tienen la razón absoluta. Se ha dado algún caso en el que ha sucedido este incidente y las autoridades no tenían la razón. Es por ello, que si no estamos seguros de que esta actuación ha sido la correcta podemos disponernos a reclamar, tal y como lo hacemos con las multas.
1Los pasos si te «topas» con la grúa: Actúa con rapidez
Tengas razón o no, en cualquier caso, hay que actuar con rapidez. Esta es la máxima del buen reclamador de multas. Porque cuanto más tiempo esté el coche en el depósito, más subirá el importe a pagar. El servicio de grúa depende de la gestión local del Ayuntamiento en el que nos encontremos, y cuando se recurre a este servicio lo normal es que el operario haya dejado una indicación.
Una pegatina, colocada en un lugar cercano, te dirá donde está el depósito en el que se encuentra tu vehículo. En el caso de no ser así, deberás llamar al teléfono de información municipal que podrás encontrar por ejemplo consultando la web del ayuntamiento de turno. ¿Qué pasos crees que serán los siguientes en este arduo trance?