Hacienda somos todos pero el coche es solo tuyo. Para justificar el pago de impuestos, la consideración mas que jurídica, administrativa, que las leyes aplican a un coche son de carácter transaccional y de bien patrimonial. Por consiguiente, todas aquellas operaciones económicas que relacionan un coche con el propietario y el uso del mismo, están sujetas a los diferentes tipos de gravamen impositivo, siempre claro está, en el discurso manido y político de que hacienda somos todos. Y todos estos, son los impuestos que deberás pagar como titular de un coche.
1De forma general y hasta en la sopa: el IVA
En su categoría de impuestos directos, se aplica a casi la totalidad de productos susceptibles de ser comercializados a través de un reporte monetario, y lo hace añadiendo un valor extra, destinado a abastecer los erarios públicos para diverso fines. Para que lo entiendas, el político dice; paga, que tengo que cobrar.
El coche en su compra inicial al concesionario se ve gravado con un 21% en concepto de IVA. Esto es así siempre sobre un coche nuevo a estrenar, ya que medias la operación con una empresa.
También los coches de segunda mano comprados a comerciales, talleres o concesionarios se ven implicados en la declaración del IVA. Y también, les corresponde un 21%.
Aquí se ven bonificados los impuestos de aquellos vehículos para discapacitados con un tipo reducido hasta el 4%, incluso si no son ellos los conductores habituales. Basta con acreditar la titularidad y una minusvalía del 33%.
Pero no termina ahi la cuestion. Una vez comprado el vehículo y liquidada la factura, cualquier producto o servicio que requiera tu coche, pagará IVA. Si, la gasolina, el taller y repuestos, la ITV, el seguro, incluso la pegatina de la reina Isabel II, del articulo anterior.