Como seguro sabes, la compañía Lincoln es por así decirlo la marca premium de Ford. Sobre la base de modelos de la casa del óvalo azul desarrolla sus vehículos, de forma que este Lincoln Corsair es en realidad un Ford Kuga. Con un aire premium. Y ahora cuando lleva en el mercado apenas tres años y medio, la casa americana ha decidido actualizarlo a todos los niveles.
Comenzando por el apartado estético hay que decir que la inmensa mayoría de los cambios afectan al frontal de este Lincoln Corsair. En comparación con su antecesor, este SUV ahora luce una parrilla mucho más generosa. Estrena unas tomas de aire laterales más altas y próximas a sus faros, de la misma forma que se añade una barra cromada horizontal en la zona baja del paragolpes. El resto de su carrocería, que mide 4,60 metros de largo (eso es un centímetro menos que ‘nuestro’ Ford Kuga), permanece prácticamente inalterada. Sin embargo llegan nuevas llantas de aleación, así como dos nuevos tonos para la carrocería: Whisper Blue y Crystal Red.
La pantalla central de estos Lincoln Corsair pasa de 8 a 13,2 pulgadas
Este Lincoln Corsair utiliza la misma plataforma del Ford Kuga con sus 2.710 milímetros de batalla. Eso le permite ofrecer un amplio interior, donde ahora estrena una pantalla táctil que tiene 13,2 pulgadas y que reemplaza a la anterior de 8 pulgadas. Además esta se acompaña del sistema operativo SYN4. Lo que se mantiene es un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas. Ahora bien, sus gráficos se han revisado.
La llegada de esa gran pantalla central ha permitido eliminar una gran parte de mandos físicos en el interior de este Lincoln Corsair. También se han liberado zonas, que ahora se transforman en huecos más grandes para dejar pequeños objetos. Los mandos del climatizador ahora pasan a esa pantalla central, lo que podría ahora dar alguna confusión a sus conductores. Para rematar la jugada, llegan nuevos colores para ese habitáculo denominados Trufa Ahumada y Rojo Eterno.
Hace algún tiempo su hermano mayor, el Lincoln Navigator, estrenó el sistema ActiveGlide 1.2. Pues este ahora llega a este Lincoln Corsair, añadiendo nuevas ayudas a la conducción como el asistente de cambio de carril ‘manos libres’, el asistente de conducción autónoma, un sistema de velocidad predictiva… Por último llega un sistema opcional Auto Air Refresh, que controla la calidad del aire y filtra las partículas de polvo o humo del interior.
Dos opciones mecánicas para este SUV de 4,60 metros
Ahora este Lincoln Corsair sólo está disponible con dos opciones mecánicas. Y es que el anterior 2.3 EcoBoost ha pasado a la historia. Por lo tanto quien se decante por este SUV compacto podrá elegir entre el 2.0 EcoBoost y una opción híbrida enchufable. El primero es un viejo conocido que entrega 255 CV de potencia y 375 Nm de par motor. Se puede combinar con un sistema de tracción delantera o con un sistema de tracción total, pero siempre con un cambio automático de 8 velocidades. Por su parte el híbrido enchufable es una variante del utilizado por el Ford Kuga PHEV. Combina el mismo 2.5 atmosférico con un motor eléctrico para ofrecer una potencia combinada de 290 CV. Son 66 CV más que ‘nuestro’ Kuga híbrido enchufable. Este sólo se acompaña de un cambio CVT y de la tracción a las cuatro ruedas.
Como su antecesor, el renovado Lincoln Corsair es ensamblado en la planta que el grupo tiene en Lousiville, Kentucky. Ya se admiten pedidos, pero en su página Web no aparece todavía las tarifas de esta renovada versión que llegará a los concesionarios de Estados Unidos a comienzos de 2023. Sin embargo si que se saben sus precios de partida, de forma que los básicos arrancan en 38.690 dólares (38.690 euros), mientras que los Reserve se van a los 43.075 dólares (42.525 euros). Por su parte el Grand Touring con mecánica híbrida enchufable cuesta 53.385 dólares (52.700 euros).