Poco a poco el mundo del automóvil recupera el pulso de la actualidad tal y como lo dejó hace ya más de dos años con el comienzo de la pandemia de COVID, así lo hemos visto en Detroit. No ha pasado mucho tiempo, pero el sector del automóvil parece haber sido víctima de un terremoto que no ha dejado piedra sobre piedra. Así es el Salón de Detroit.
1Salón de Detroit, escaparate de ilusiones
Lejos quedan ya los brutales V8 y V12 norteamericanos que han sido sustituidos por descafeinados motores eléctricos que tratan de erigirse en herederos de aquellos mitos con centenares de caballos bajo el capó y un embriagante olor a gasolina.
Seguro que nadie jamás en el pasado podría haber imaginado un salón de Detroit con menos olor a gasolina y con un ‘pestazo’ a kilowatio tan brutal como al que asistimos. Con novedades muy en la órbita de los coches norteamericanos, aunque el Ford Mustang ha puesto una vez más la nota de color a la cita.
Pasen y vean…
